Personas a las que no les importa un bledo la intimidad. Que se aplican un poco al chusmerío, otro poco a la nada. Que han transcurrido años hasta entonces de modo semejante. Que aspiran a ser famosos, no respetables.
Gente para quien la responsabilidad social es un verso. Que evalúa su trabajo en puntos de rating. Que elige pensar que en todo caso la culpa es de la demanda, no de la oferta. Que daña y lo sigue haciendo.
Hombres y mujeres a los que perder el tiempo no les da culpa. Que se ríen de Homero Simpson, cuya ignorancia superan. Que ven el programa con sus hijos, ya que no sus protegidos. Que cultivan la indiscreción.
Protagonistas, programadores y televidentes de Gran Hermano.
Un blog variopinto, con textos ligados a pensamientos, sensaciones, descripciones, narraciones, sentimientos, ocurrencias y reflexiones sobre temas periodísticos sin correr tras primicias. Miradas acerca de lo que nos pasa, lo que nos gustaría, lo que perdimos y lo que soñamos.
28/12/10
23/12/10
Es fácil a veces
Trabas a los sueños. Del tema sabía bastante y en algunos casos lo ponía bien. "Pasados los 30 no se puede hacer de cuenta que no existen algunas cosas", estimaba.
Por un lado, su amigo Gabriel lo empujaba a animarse. Pablo también, aunque con la prudencia que hiciera falta. Gabriel había lamentado sus omisiones, su inercia, sus miedos. Pablo se felicitaba en los últimos dos, tres años, por mirar antes de hablar.
Se acordaba de su tío, ocurrente, animador de asados, capaz de mantenerse incólume ante un terremoto... y frente a los problemas de su familia.
"Si eso es valentía, no la quiero ni un poquito. Esa valentía viene con inconciencia en el paquete". Pablo y Gabriel asintieron.
Es facilísimo ser prudente cuando no hay una mujer en el horizonte.
Por un lado, su amigo Gabriel lo empujaba a animarse. Pablo también, aunque con la prudencia que hiciera falta. Gabriel había lamentado sus omisiones, su inercia, sus miedos. Pablo se felicitaba en los últimos dos, tres años, por mirar antes de hablar.
Se acordaba de su tío, ocurrente, animador de asados, capaz de mantenerse incólume ante un terremoto... y frente a los problemas de su familia.
"Si eso es valentía, no la quiero ni un poquito. Esa valentía viene con inconciencia en el paquete". Pablo y Gabriel asintieron.
Es facilísimo ser prudente cuando no hay una mujer en el horizonte.
21/12/10
Algunas mezclas
La foto de construcciones de distintos siglos era preciosa. Cada edificio lucía merced al contraste.
Julieta cerró ese domingo contenta porque creía haber encontrado una estrategia potable para el trabajo práctico del viernes.
El lunes, paladeó la naranja, el durazno, la banana y la manzana de la ensalada de frutas y reforzó su sensación de que los ingredientes mantienen el sabor y juntos se potencian. Recordó la calidad del disco "El Palacio de las Flores", cuando Lito Nebbia canalizó la energía creativa de Andrés Calamaro. Escuchó a su padre, quien mencionó las duplas Angel Rojas - Alfredo Rojas, Guillermo Barros Schelotto - Palermo y Mario Zanabria - Ernesto Mastrángelo.
-Samuel y Bermúdez -sumó la madre, hincha de Boca por amor a su familia e inercia contextual.
Volvía el miércoles de la universidad cuando se le chamuscó el trabajo: de bien que escuchaba "El anillo del Capitán Beto" por Fabiana Cantilo apareció una voz que bien valía una multa. Maldijo para sí la emisora de radio trucha y la protesta por la cual el ómnibus se había desviado del recorrido.
Después del cuarto mate y el séptimo tema de una colección de Frank Sinatra, advirtió que no toda mezcla es virtuosa y que no es necesaria una porquería alrededor para identificar una joya.
El jueves, con los mates de la tarde, pensó que no por combinar sabores corresponde echarle nafta a la gaseosa. Revisó el apunte para la clase del viernes y descubrió que la frase "Cada edificio lucía merced al contraste" era una verdad a medias. Sin embargo, releyó la fotocopia de Introducción a la Didáctica y concluyó que para los primeros tres minutos de clase resultaba adecuada.
Julieta cerró ese domingo contenta porque creía haber encontrado una estrategia potable para el trabajo práctico del viernes.
El lunes, paladeó la naranja, el durazno, la banana y la manzana de la ensalada de frutas y reforzó su sensación de que los ingredientes mantienen el sabor y juntos se potencian. Recordó la calidad del disco "El Palacio de las Flores", cuando Lito Nebbia canalizó la energía creativa de Andrés Calamaro. Escuchó a su padre, quien mencionó las duplas Angel Rojas - Alfredo Rojas, Guillermo Barros Schelotto - Palermo y Mario Zanabria - Ernesto Mastrángelo.
-Samuel y Bermúdez -sumó la madre, hincha de Boca por amor a su familia e inercia contextual.
Volvía el miércoles de la universidad cuando se le chamuscó el trabajo: de bien que escuchaba "El anillo del Capitán Beto" por Fabiana Cantilo apareció una voz que bien valía una multa. Maldijo para sí la emisora de radio trucha y la protesta por la cual el ómnibus se había desviado del recorrido.
Después del cuarto mate y el séptimo tema de una colección de Frank Sinatra, advirtió que no toda mezcla es virtuosa y que no es necesaria una porquería alrededor para identificar una joya.
El jueves, con los mates de la tarde, pensó que no por combinar sabores corresponde echarle nafta a la gaseosa. Revisó el apunte para la clase del viernes y descubrió que la frase "Cada edificio lucía merced al contraste" era una verdad a medias. Sin embargo, releyó la fotocopia de Introducción a la Didáctica y concluyó que para los primeros tres minutos de clase resultaba adecuada.
17/12/10
Lo que puede una mujer
Escribió un email que lo llevó a decir “No, pero no es tan simple”, “por ahí no creo” y “nunca se sabe, pero es difícil” mientras iba sentado en el colectivo. Pensaba en la frase de un personaje que le caía simpático: “A veces hay que ser un poquito loco para que las cosas salgan”. Estaba ansioso y lo notaba por su necesidad de hablar con alguien por teléfono. Llamar aun sin saber qué decir.
Así sentía Adrián Ramírez la expectativa por un intento que lo tenía loco desde hacía años.
Así sentía Adrián Ramírez la expectativa por un intento que lo tenía loco desde hacía años.
Mariano lo escuchó y le habló. Un amigo de los que pagan con hechos, al contado. Lo dejó tranquilo y con ganas de seguir por el camino duro de la paciencia.
13/12/10
La hermosa Nancy
Cuando vio que la llamada del celular a tarjeta había durado 4'53" dijo palabras que no viene al caso recordar.
"En fin, no había alternativa", se consoló. "Si no cancelaba el turno tenía que pagar 100 pesos", reforzó.
Tranquilo con su amarretismo, al rato evocó los momentos junto a Nancy, no los que hubiera querido vivir sino los que había pasado con ella.
Veinte años sin verla.
Facebook los puso en contacto. Vaya si eran disímiles los recuerdos de uno y otro. El la registraba hasta en los detalles que ni ella recordaba. Ella tenía presente que había cursado Inglés ese año en la academia Ringo y George, no mucho más.
"Es el final lógico de un tímido", pensó él. "Por lo menos sé que no tengo que hacerme ilusiones", agregó. Guardó los cambios, apagó la máquina y se puso a mirar Seinfeld, la misma comedia que Nancy ve junto a su marido.
Espíritu navideño
Alicia tenía que ir a la oficina. Su suegra debía ir a cuidar a la nieta. Se saludaron y todo.
"En fin, no había alternativa", se consoló. "Si no cancelaba el turno tenía que pagar 100 pesos", reforzó.
Tranquilo con su amarretismo, al rato evocó los momentos junto a Nancy, no los que hubiera querido vivir sino los que había pasado con ella.
Veinte años sin verla.
Facebook los puso en contacto. Vaya si eran disímiles los recuerdos de uno y otro. El la registraba hasta en los detalles que ni ella recordaba. Ella tenía presente que había cursado Inglés ese año en la academia Ringo y George, no mucho más.
"Es el final lógico de un tímido", pensó él. "Por lo menos sé que no tengo que hacerme ilusiones", agregó. Guardó los cambios, apagó la máquina y se puso a mirar Seinfeld, la misma comedia que Nancy ve junto a su marido.
Espíritu navideño
Alicia tenía que ir a la oficina. Su suegra debía ir a cuidar a la nieta. Se saludaron y todo.
Pensamiento mágico
Un futbolista lleva una cinta blanca bajo la media. Si gana, la sigue usando.
-¿Y qué querés? Los jugadores a lo sumo han terminado la secundaria, creen en cualquier cosa- es una de las conclusiones que se escuchan por doquier.
El argumento de la escasa educación formal se hace mil pedazos al reparar en que más de un gobernante con diploma universitario cultiva el pensamiento mágico. Así es como hoy aparece un Ministerio de Seguridad como estrategia para combatir el delito, mañana uno de Honestidad para que seamos menos tramposos y el día después se creará uno de Eliminación de la Injusticia.
A este tipo de dirigentes se le suma -es un decir- el de los que se reúnen por horas, semanas y años a discutir una ley a sabiendas de que es una ley que existe para ser desoída. Tal vez supongan que vale la pena y un día la legalidad dejará de ser apenas una palabra polisílaba. O acaso simplemente se plieguen a los políticamente correctos a los que nadie podrá negarles que le dedicaron tiempo a la discusión.
Otra sería la valoración respecto de sus obras.
-¿Y qué querés? Los jugadores a lo sumo han terminado la secundaria, creen en cualquier cosa- es una de las conclusiones que se escuchan por doquier.
El argumento de la escasa educación formal se hace mil pedazos al reparar en que más de un gobernante con diploma universitario cultiva el pensamiento mágico. Así es como hoy aparece un Ministerio de Seguridad como estrategia para combatir el delito, mañana uno de Honestidad para que seamos menos tramposos y el día después se creará uno de Eliminación de la Injusticia.
A este tipo de dirigentes se le suma -es un decir- el de los que se reúnen por horas, semanas y años a discutir una ley a sabiendas de que es una ley que existe para ser desoída. Tal vez supongan que vale la pena y un día la legalidad dejará de ser apenas una palabra polisílaba. O acaso simplemente se plieguen a los políticamente correctos a los que nadie podrá negarles que le dedicaron tiempo a la discusión.
Otra sería la valoración respecto de sus obras.
9/12/10
Decí que madre hay una sola
“Darse cuenta” es un drama de Alejandro Doria. Desde luego, no causa la gracia de otra de sus películas, el grotesco “Esperando la carroza”. Asimismo, cuenta con escenas cargadas de tensión a las que les cabe aquello de “me río para no llorar”. Una es el monólogo en alta voz de la actriz Clotilde Borella en el pasillo de un hospital. La destinataria es su hija.
“¿Por qué no me lo avisaste a tiempo? Decime: ¿te pregunté o no te pregunté yo hace dos meses qué te pasaba con la regla? ¿Y vos qué me dijistes? Me dijiste que se te había atrasado unos días. Unos días. ¡Ciento cincuenta días de atraso!, ¿no? Decime, ¿por qué me dijiste que tenías el hígado inflamado, eh? ¿Que la mortadela te hacía mal? ¡Si hasta me hiciste comprar jamón cocido al precio que está! Así que la mortadela te hacía mal, ¿no? ¿¡Qué mortadela, la mortadela de quién!? ¿Por lo menos sabés de quién es? No te hagás la que no sabés, ¿eh? ¡Te estoy hablando del hijo, no de la mortadela! Decime, ¿vos sabés lo que es tener un hijo? ¿Vos tenés idea de lo que es tener un hijo con ese cuerpo de fideo mal amasado que tenés? ¿Pero vos qué te pensastes? ¿Que a esta vida venimos a gozar? ¡No, querida, venimos para sufrir, para que lo sepas! Y ahora preparate porque el feto te puede venir de culo en vez de cabeza y entonces te van a tener que abrir para sacártelo. Vamos a ver si te quedan ganas de hacer la chanchada con el primero que aparezca”.
Gritá a ver si no se oye
Enzo cubrió su cara con las manos tras oír que Mario estaba en el pasillo.
-Pobre tipo, cree que le dicen “robot” porque funciona de memoria y no se le ocurre pensar que es porque no razona.
-¡Qué se le va a ocurrir! Si no tiene dos dedos de frente…
-Tenés razón. Sin calculadora no sabe cuánto es dos más dos.
-¡Jajaja! ¿Y la vez que tuvo que esperar para ir al baño porque vio una galera y no sabía si ese era el baño de los tipos o el de las minas?
-¿Te acordás? No, si es una cosa que lo contás y no te lo creen.
-Pocas veces he visto semejante pelotudo.
Tras este diálogo, Lucas fue al baño.
-No puede ser, me estás jodiendo.
-Te digo que estaba en el pasillo, ¿para qué te voy a mentir?
-¿Y la puerta estaba abierta?
-No.
-Ah, menos mal. Zafamos.
Minutos después, Enzo salió al pasillo donde lo esperaba Lucas.
Sólo entonces se quedó tranquilo Lucas. Había necesitado hacerse llamar por Enzo con la puerta cerrada para confirmar que desde afuera no se oía.
Nota al pie: Una semana después, en vez de Mario el que recibió las críticas fue Santiago. Como la puerta estaba abierta, ni bien terminó, Lucas fue al pasillo a cerciorarse de su ausencia.
-Pobre tipo, cree que le dicen “robot” porque funciona de memoria y no se le ocurre pensar que es porque no razona.
-¡Qué se le va a ocurrir! Si no tiene dos dedos de frente…
-Tenés razón. Sin calculadora no sabe cuánto es dos más dos.
-¡Jajaja! ¿Y la vez que tuvo que esperar para ir al baño porque vio una galera y no sabía si ese era el baño de los tipos o el de las minas?
-¿Te acordás? No, si es una cosa que lo contás y no te lo creen.
-Pocas veces he visto semejante pelotudo.
Tras este diálogo, Lucas fue al baño.
-No puede ser, me estás jodiendo.
-Te digo que estaba en el pasillo, ¿para qué te voy a mentir?
-¿Y la puerta estaba abierta?
-No.
-Ah, menos mal. Zafamos.
Minutos después, Enzo salió al pasillo donde lo esperaba Lucas.
Sólo entonces se quedó tranquilo Lucas. Había necesitado hacerse llamar por Enzo con la puerta cerrada para confirmar que desde afuera no se oía.
Nota al pie: Una semana después, en vez de Mario el que recibió las críticas fue Santiago. Como la puerta estaba abierta, ni bien terminó, Lucas fue al pasillo a cerciorarse de su ausencia.
3/12/10
Marruecos, final
Poco antes de terminar la secundaria en Río de los Sauces, Jose Espinosa escribió este cuento a pedido de quien quería el cruce amargura y dicha, con un toque fantástico.
Aníbal conoció al amor de su vida en un trágico accidente en el que habían chocado un colectivo y un camión. El chofer del camión y el acompañante murieron, al igual que quien conducía el colectivo y las personas que estaban ubicadas en las primeras 15 butacas. Juana salió con un par de heridas leves del accidente y fue entonces cuando Aníbal, que estaba en la calle, corrió a ver cómo se encontraba esa bella muchacha. Al conocerse ambos se enamoraron. Decidieron formalizar su amor casándose donde vivían, una casa de campo con gran cantidad de árboles, pasto verde y una vertiente de agua cristalina y fresca. Era el lugar perfecto para dicho acontecimiento.
Juana eligió como padrino a Fernando, su amigo de la niñez. Aníbal escogió como madrina de bodas a Marcela, la hermana de Juana que le hacía la vida y su matrimonio casi imposible. Su boda fue hermosa y perfecta, como la habían soñado. Se fueron de luna de miel al lugar donde habían matado al padre de Juana por ser distinto a los demás, por tener 5 ojos.
Aníbal le tenía mucho miedo a las motos, pero Juana, por ser su luna de miel, lo convenció para ir a dar un paseo por las playas. Al salir del hotel, en la esquina, un trolebús los embistió. Aníbal jamás despertó de su estado vegetativo.
Aníbal conoció al amor de su vida en un trágico accidente en el que habían chocado un colectivo y un camión. El chofer del camión y el acompañante murieron, al igual que quien conducía el colectivo y las personas que estaban ubicadas en las primeras 15 butacas. Juana salió con un par de heridas leves del accidente y fue entonces cuando Aníbal, que estaba en la calle, corrió a ver cómo se encontraba esa bella muchacha. Al conocerse ambos se enamoraron. Decidieron formalizar su amor casándose donde vivían, una casa de campo con gran cantidad de árboles, pasto verde y una vertiente de agua cristalina y fresca. Era el lugar perfecto para dicho acontecimiento.
Juana eligió como padrino a Fernando, su amigo de la niñez. Aníbal escogió como madrina de bodas a Marcela, la hermana de Juana que le hacía la vida y su matrimonio casi imposible. Su boda fue hermosa y perfecta, como la habían soñado. Se fueron de luna de miel al lugar donde habían matado al padre de Juana por ser distinto a los demás, por tener 5 ojos.
Aníbal le tenía mucho miedo a las motos, pero Juana, por ser su luna de miel, lo convenció para ir a dar un paseo por las playas. Al salir del hotel, en la esquina, un trolebús los embistió. Aníbal jamás despertó de su estado vegetativo.
Tensión entre libertades y riesgos al son de tradiciones
Mafalda solía decir "Paren el mundo, me quiero bajar". Más de una vez se siente esto entre las obligaciones, los servicios de atención al cliente que no siempre dan respuestas útiles y otras derivaciones de la vida en sociedad. También se nota que cuando algunos límites se corren, más que un recreo largo aparece una pesadilla.
Viviana De Feo, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, lo escribe así:
Es difícil hablar de emancipación en esta sociedad tan incierta en patrones de la moda, o sea, se muestra lo exterior; diría todo muy frívolo. Por suerte no todo es igual, muchas cosas pasan en todo orden social. Lo importante sería que se reconociera en vida lo hecho. De muerto sólo pasa por recordatorio.
Todo lo que crea dependencia coarta la libertad del ser humano, por lo tanto si dependemos de los adelantos tecnológicos no estamos emancipados. Hemos adelantado en las comunicaciones por Internet, redes sociales, etc. pero se ha creado un pulpo atrapante. Si no estamos insertos en dichas redes no existimos a la gran apertura del mundo. En otras épocas se usaba emancipar al menor para que accediera a algunas libertades.
Se nos fue de las manos. Esto es libertad = emancipación. A pedir, entonces. Cachorros, vuelvan a sus cauces. Sus vidas están en peligro.
Cadena que une épocas
La tradición revela la cultura de los pueblos. A través de ellos se transmite todo lo pasado a nuestros tiempos. Qué difícil es entender lo tradicional no como una imposición. Ejemplo muy claro: "casarse con vestido blanco, que el primer hijo será varón". En esta época en la que vivimos mucho de esto ha cambiado. En tiempos de nuestras abuelas las mujeres debían estar en la casa para todas las necesidades de la familia, ni hablar de que salieran a trabajar. Se convertían en custodios de sus hogares y les enseñaban a los niños a jamás interrumpir conversaciones de grandes, a pedir permiso para todo, a saludar siempre.
Qué tiempos. Hoy es muy difícil, no imposible.
Ya recordando a nuestros inmigrantes italianos, españoles, también se abre el panorama hacia los pueblos árabes. Tenían muy marcadas sus formas de vida. Recuerdo la película "Leila, nacida en Francia" donde por imposición familiar (o tradición) la hija de padres argelinos debía casarse con uno de su pueblo. Ni hablar que fuera francés ¿Cómo entender todo esto? Te mandaban a enamorarte en el lugar que ellos te designaban.
En nuestra familia, las tradiciones árabes están muy marcadas en cuanto a la vida de los ancestros, quienes nos dejaron el legado. Nada debía separar los lazos sanguíneos, todo debía perdonarse; sentir y tratar a los demás como quisiéramos ser tratados nosotros.
También lo tradicional era y son las comidas: kepi, meyi; el aroma del anís a puré de garbanzo contimentados con mucha menta.
Cuántos recuerdos. Veo a mi abuelo mortereando, cantando, su bastón girando por el aire al compás de sus canciones y música. Cómo no recordar tanta tradición llevada en las entrañas y tan amada por nuestras familias.
Viviana De Feo, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, lo escribe así:
Es difícil hablar de emancipación en esta sociedad tan incierta en patrones de la moda, o sea, se muestra lo exterior; diría todo muy frívolo. Por suerte no todo es igual, muchas cosas pasan en todo orden social. Lo importante sería que se reconociera en vida lo hecho. De muerto sólo pasa por recordatorio.
Todo lo que crea dependencia coarta la libertad del ser humano, por lo tanto si dependemos de los adelantos tecnológicos no estamos emancipados. Hemos adelantado en las comunicaciones por Internet, redes sociales, etc. pero se ha creado un pulpo atrapante. Si no estamos insertos en dichas redes no existimos a la gran apertura del mundo. En otras épocas se usaba emancipar al menor para que accediera a algunas libertades.
Se nos fue de las manos. Esto es libertad = emancipación. A pedir, entonces. Cachorros, vuelvan a sus cauces. Sus vidas están en peligro.
Cadena que une épocas
La tradición revela la cultura de los pueblos. A través de ellos se transmite todo lo pasado a nuestros tiempos. Qué difícil es entender lo tradicional no como una imposición. Ejemplo muy claro: "casarse con vestido blanco, que el primer hijo será varón". En esta época en la que vivimos mucho de esto ha cambiado. En tiempos de nuestras abuelas las mujeres debían estar en la casa para todas las necesidades de la familia, ni hablar de que salieran a trabajar. Se convertían en custodios de sus hogares y les enseñaban a los niños a jamás interrumpir conversaciones de grandes, a pedir permiso para todo, a saludar siempre.
Qué tiempos. Hoy es muy difícil, no imposible.
Ya recordando a nuestros inmigrantes italianos, españoles, también se abre el panorama hacia los pueblos árabes. Tenían muy marcadas sus formas de vida. Recuerdo la película "Leila, nacida en Francia" donde por imposición familiar (o tradición) la hija de padres argelinos debía casarse con uno de su pueblo. Ni hablar que fuera francés ¿Cómo entender todo esto? Te mandaban a enamorarte en el lugar que ellos te designaban.
En nuestra familia, las tradiciones árabes están muy marcadas en cuanto a la vida de los ancestros, quienes nos dejaron el legado. Nada debía separar los lazos sanguíneos, todo debía perdonarse; sentir y tratar a los demás como quisiéramos ser tratados nosotros.
También lo tradicional era y son las comidas: kepi, meyi; el aroma del anís a puré de garbanzo contimentados con mucha menta.
Cuántos recuerdos. Veo a mi abuelo mortereando, cantando, su bastón girando por el aire al compás de sus canciones y música. Cómo no recordar tanta tradición llevada en las entrañas y tan amada por nuestras familias.
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