Una dura realidad
Por Dionisio Cendoya, estudiante de tercer año, colegio San Ignacio
Por Dionisio Cendoya, estudiante de tercer año, colegio San Ignacio
París ha sufrido en noviembre
una serie de ataques terroristas en lugares públicos que han cobrado una
considerable cantidad de vidas. El ataque lo organizaron miembros del Estado
Islámico, mejor conocido como ISIS. Este grupo no tiene territorio propio
aunque tiene el control de una gran parte del territorio de Siria.
Durante los últimos 4 años Siria ha estado teniendo problemas internos en los que
se han involucrado algunas potencias mundiales. Los habitantes de este lugar viven
en un contexto terrorífico desde entonces, pero ¿por qué han conmovido tanto al
mundo 150 muertos y nadie dice nada de los miles de muertos en Siria?
La gente de Siria vive en tales
condiciones que tienen miedo de salir a las calles. Cada movimiento debe estar
minuciosamente calculado de manera que ninguna bala los alcance. Sin siquiera
poder reaccionar, una bomba puede caer llevándose con ella familiares,
conocidos, todo lo que conocen y aprecian… Imagine las chances de vida que
pueden llegar a tener los habitantes de la zona, especialmente los niños, que
son socializados durante épocas de guerra. Por eso es que las migraciones
masivas hacia Europa tienen lugar, la gente no busca enriquecerse, solo vivir
una vida igual que el resto, en paz, que sus hijos puedan socializarse de
manera sana, que en el futuro puedan conseguir trabajo y tener una familia,
entre muchísimas otras cosas que implican tener una vida decente. Incluso
sabiendo esto muchas personas dicen: “ellos están prevenidos” para decir que
vale más la pena llorar por los muertos de Paris que por los de Siria. ¿Acaso
existe un justificatorio para decir que la muerte de una persona no es
importante?, o que ¿por el simple hecho de saber que podés perder tu vida en
cualquier instante tu muerte va a ser menos importante? Esto es una muestra de lo
equivocados que estamos, de lo errada que está la humanidad en cuanto a las
creencias y los valores considerados esenciales. El muy equivocado estereotipo
“como el estado islámico tiene influencia en gran parte del territorio de
Siria, todos los habitantes de Siria son terroristas” justifica también por qué
150 muertes de París conmueven más al mundo que miles de muertes en Siria.
Durante más de 4 años atrocidades suceden en Siria, y nadie dice nada. ¿Por
qué?
Básicamente
porque los dueños de los
medios de comunicación masiva son los poderosos, las grandes potencias,
que en
este caso particular están involucradas en la guerra contra el estado
islámico
(EI). Por lo tanto estas no van a actuar como un espejo de la realidad,
sino
que resaltarán los horribles actos del EI y censuran todo lo que ellos
le
hicieron a Siria, ¿o usted piensa que los ataques ocurridos no tienen
motivo?
Durante toda la historia de lo que hoy se conoce como Siria, las grandes
potencias e imperios de los respectivos tiempos estuvieron involucrados.
Es un
lugar que controla el petróleo que se lleva a Europa, porque la
Mesopotamia tiene uno
de los mayores yacimientos de petróleo, y la forma mas simple de
llevarlo a
Europa es pasarlo por Siria. Por lo tanto el que controle ese territorio
es
dueño del petróleo, y el que controla el petróleo controla al mundo. Sin
petróleo, el mundo como lo conocemos no existe, y se vende casi de
manera
instantánea a altos precios. Las sociedades que habitan los territorios,
mayormente árabes, fueron convencidas antes de la Primera Guerra Mundial
por
algunas potencias europeas y ayudaron a destruir al imperio otomano, a
cambio
de la Gran Arabia. En lugar de darles la Gran Arabia prometida, los
europeos
dividieron la zona en países de manera que los pudieran mantener bajo su
poder.
A esto se debe que ISIS desconfía de las grandes potencias hoy en día y
los ve
como enemigos, y pelea por esta “Gran Arabia” que les fue prometida. Con
esto se intenta mostrar al mundo la realidad completa de lo que está
sucediendo, no una
simple visión de uno de los involucrados, porque hay que entender los
motivos
detrás de las acciones.
Todo
esto nos lleva a reflexionar
acerca de lo lejos que estamos de ese mundo sin odio, sin guerras, sin
estereotipo,
con el que todos soñamos. Además refleja lo estratificada que está la
sociedad,
cómo el simple hecho de tener poder y prestigio, dado lamentablemente
por las
armas y el dinero, te permite hacer lo que quieras, recriminar a otro lo
que
hacen mientras que uno está haciendo algo peor. Lo más triste de todo es
que
nosotros estamos permitiendo esto. Al ser tan influenciados por los
medios de
comunicación estamos permitiendo este abuso de poder por parte de los
poderosos, al ser ignorantes de la historia completa, al ver solo una
parte de
ella estamos permitiendo que se continúen haciendo estos actos inhumanos
en
contra de la raza humana. Los poderosos son los culpables, y nosotros
los
cómplices… hasta que decidamos de una vez por todas unir nuestras voces
para que
por medio de la paz se logre el cambio, de manera contraria seríamos
todos
funcionalistas, y el mundo necesita menos funcionalistas y más
marxistas. Con
este informe no intento decir que ISIS es bueno y las potencias malas,
solo
decir que ambas tienen igual de culpa, que no nos creamos la historia de
que
“ellos son unos locos que quieren matar por matar y nosotros somos
fomentadores
de la paz mundial y no tenemos nada que ver”. Probablemente el atentado
de
París no haya sido la mejor manera de demostrar lo que piensan, pero
capaz sí haya sido la única opción, o acaso si un terrorista le cuenta
la verdadera
historia ¿usted no pensaría que es un terrorista loco que seguramente
está
tramando algo en contra de su vida? ¿Alguna vez se le ha ocurrido leer
un
diario de Siria? Todo gira alrededor del poder y los prejuicios creados
por la
censura.