Idolito de cabaret
Carlos Tevez lo hizo de nuevo. Lejos de la valentía que se espera de
alguien que se jacta de haber aprendido de fútbol en Fuerte Apache,
criticó a un entrenador cuando ya no estaba. Fue tras la partida de
Guillermo Barros Schelotto. Lo repitió luego de la salida de Gustavo
Alfaro, de quien dijo le faltó el respeto por no ponerlo en el clásico
frente a River.
Así como para jugar en la copa América de 2011 prefirió hacer lobby a bajar sus 8 kilos de sobrepeso, ahora busca hablando encontrar lo que perdió en China: primer nivel.
Por cierto, a China se fue sin avisar, como si fuera una constante su
imposibilidad de ser franco, de resolver puertas adentro, de obrar con
guapeza.
Ojalá la tenga la dirigencia nueva de Boca y no renueve su
millonario contrato. Aunque es difícil: el fútbol del club está en manos
de otro que vaya si usufructuó su status de ídolo. Total, el dinero es
del club.