Soñé con Delia
Habíamos charlado algunas veces, muy por arriba. Nos llevábamos
correctamente, como quienes no son enemigos ni amigos y coinciden en
pautas de mutuo respeto.
Negar que me parecía linda no tiene
caso. Habrá sido por eso que la llevé a mi cama una noche antes de
madrugar rumbo al trabajo. Desperté solo y tranquilo, feliz y
sorprendido por los besos previos al despertar.