Galardones equivocados
"A tal señor, tal honor", es una locución que no solo cae en desuso en la lengua española sino también en las prácticas. Alcanza con ver algunos nombres impuestos a espacios públicos para advertir que suele haber una distancia grande entre reconocimiento y reconocido. En una sociedad atravesada por la imagen y el afán de aparecer, más de una persona acepta subir a escenarios que no le corresponden.
En algunos casos es razonable. Ejemplo: en una entrevista a alguien le dicen: "Gracias por venir, doctor Gómez, ganador del premio al mejor historietista de Cuyo". Gómez ha ganado el galardón de Mendoza, pero siente que corregir al aire a quien lo halaga constituye una ingratitud.
Distinto resulta que Gómez acepte si jamás ha escrito siquiera una viñeta.
En un episodio de "Blue bloods", serie emitida por Universal relativa a policías de Nueva York, recibe la medalla al valor un agente que no le salvó la vida a nadie. Lo hace ya que debe resguardarse la identidad del verdadero héroe, que trabaja encubierto en una banda criminal.
Otro sería el caso si el premiado lo hiciera a sabiendas de que el tributo a su persona no es una estrategia para cuidar a un colega, sino simplemente un error de apreciación.