5/11/21

 

Frente a la luz mala

A veces, por unos segundos se paraliza el cuerpo por miedo o pánico. Se abre una alerta ya sea por un viaje en avión, un accidente de tránsito u otra situación. Suele influir la superstición, como era en el caso de la luz mala”.

Ana Chevarría añade que “hay que tener mucho cuidado, prestar atención, así no repercute mal el miedo”. Es consciente esta alumna del PEAM que “frente a un acontecimiento sin vueltas se complica, de todos modos, dentro de lo posible, hay que tratar de tranquilizarse para aportar una solución”. Añade que “la fe juega un papel fundamental” así como evitar “anticiparse mal a lo que vendrá” y en lugar de esto “tomar prevenciones”.

 

Giro o puerto nuevo

La frustración es un sentimiento que produce mucho daño, porque en la vida hay muchas cosas que deseamos”, expresa Lidia Olmedo. Esta estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores percibe que “queremos llegar a obtenerlas, pero a menudo nos resulta imposible y eso se transforma en una frustración. ¿Cómo reaccionar? Produce irritación, impotencia, llanto, enojo, tristeza, decepción. Es entendible porque se pierden las esperanzas, ya no se está tan seguro como antes”.

EstimaLidia que “no se acaba el mundo por un rechazo, no hay que bajar los brazos sino salir adelante, buscar el futuro, que puede ser mucho mejor. Como reza el dicho, ‘lo pasado, pisado”.

 

Prisma para sobrenombres

Por Elena Moscone, alumna del PEAM

Los apodos a veces son un acto de discriminación o que connotan una mirada de soslayo, desprecio o denuestos al otro. Es el caso de los rótulos tales como negro, gordo, tuerto, bizco, rengo, groncho, petiso. Quien los expresa busca molestar a la otra persona, al punto de incomodarla, de hacerla sentir inferior. Como si esas miradas externas inundaran al individuo y modificaran su ser humano.

Como contraparte, hay apodos cariñosos que se dan en el entorno familiar tales como bebé, gordito, titi, pupi y otros que sustituyen el nombre de pila, dándole un tinte cariñoso e íntimo.

Es difícil dar instrucciones de cómo se deben tomar tales modificaciones al nombre. Se supone que a la gente que es sana en nada las afecta.

Se trata de tener consideración por el otro, sabiendo que lo que nos afecte también puede afectar a nuestro prójimo.