¿Habrá más ovejitas?
Otra vez el vecino recibe mensajes por Whatsapp de madrugada. Se oyen las notificaciones cada dos, cinco minutos a lo sumo. El sueño se entrecorta. Es una buena oportunidad para empezar a ver El estafador de Tinder.
En cuanto a la causa, justo es decir que el vecino no fue el inicio del insomnio de Adrián Ramírez. Hay días en los que la vigilia se carga de piedras y la almohada recoge pesadillas. Y otros en los que se llena de alas para un vuelo placentero con los ojos cerrados.