13/4/16

Plurales sentidos
"Se viene el fin del mundo/ oh oh oh oh oh/", canturreaba Adrián Ramírez con la música de "Vamos a la playa". Lo miraban sin entender quienes no lo conocían, especialmente porque había salido el sol después de diez días de lluvia, niebla y humedad que afloraba por doquier.
La atribución de sentido varía de una persona a otra y aquello que a otros les parecía de mal gusto a él le resultaba ameno. La disparidad se aprecia en situaciones más relevantes, algunas de las cuales se detallan:
-Alguien anuncia que perderá quien apueste al dólar. Un oyente con vasta experiencia en ese país toma la frase como una broma o mentira mientras otro, que poco o nada conoce del pasado del lugar, elige no comprar dólares.
-Un médico diagnostica un mal, recibe insultos del paciente y lo adjudica a un enojo contra su mal desempeño. Su psicólogo lo lee distinto: el fastidio es ante la verdad.
-Un colectivero sonríe aunque le falten monedas para dar el vuelto y le pongas quejas por el precio del boleto que no ha decidido él. Hay quienes lo suponen cínico y otros saben que está enamorado.
-A un hombre de apariencia distinta a la de los recién llegados lo atan de pies y manos y lo sacan a pasear arrastrado por un caballo. En retrospectiva, algunos eligen interpretan el hecho como emergente de pautas de la época que se deben respetar; otros prefieren rotularlo de crueldad ayer, hoy y siempre.
Entre prejuicios, porfías, conveniencias, cobardías, convicciones, conocimientos, sentimientos, sensaciones y más transportes viajan los sentidos, también el que recibirá este texto.