13/5/19

Animales literarios
Adrián Ramírez tuvo que hacer en veinte minutos el práctico que le pidió la profesora de Redacción 1. Debía utilizar nombres de canciones del grupo The Animals para elaborar un cuento. Entregó esto:
Te recuerdo en la casa del sol naciente. La llamabas así en homenaje al abuelo David, que durante el servicio militar empezó a escuchar The Animals y porque desde la ventana del comedor tenías regia vista del amanecer.
-Dejame llevarte a casa así lo ves- le decías a los que creían que exagerabas. "No dejes que me malinterpreten", le pedías a Nancy cuando notabas que tus compañeros de curso te miraban como quien siente que escucha a un mentiroso o a un creído.
-Tomalo con calma- te sugería ella no en relación a esa situación sino al mate, a sabiendas de que la ansiedad te hacía tragar apurado y disfrutar poco.
Era de la clase de mujer que te atraía. En el entretiempo de un Boca 3- Huracán 2 me confiaste que te gustaba porque no era de quienes afirman "voy a cambiar el mundo y que nadie me lo impida porque es mi vida".
Décadas juntos. "No puedo creerlo", le dijo el médico mientras su mano derecha se apoyaba en su hombro izquierdo. Ella no volvió del quirófano. Él recordó como pudo una convicción y un pedido: "Mi alma, en el cielo. Entierra mi cuerpo".
-Traémelo a casa- propuso el portero del cementerio.

El fútbol se enloda aunque no llueva

La tribuna de Vélez hizo docencia gratuita. Este domingo 12 de mayo de 2019, expuso lo miserable que puede ser una multitud cuando conjuga odio e impaciencia. Tan grande era el deseo de repudiar a Mauro Zárate, exfutbolista del club que pasó a Boca tras decir que en la Argentina no vestiría otra camiseta, que miles de hinchas entonaron sus estribillos insultantes mientras la banda militar interpretaba el Himno nacional argentino.
Ni la canción patria se salvó de la intolerancia.
El sábado, la visita de Peñarol de San Juan a Victoria de San Luis estuvo cerca de terminar en tragedia. Hinchas y jugadores locales golpearon y persiguieron a los rivales, a quienes trataron como enemigos que merecían destrucción.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, no arrojó piedras ni trompadas. Sin embargo, tuvo que ver. Había anunciado, como quien afirma que un día tiene 24 horas, que Victoria jugaría la copa Libertadores. Con el combustible del triunfalismo, avivó el fuego de los que creen que perder es deshonra. Y que sobornar a quien haga falta para ganar es un medio noble para obtener el dios éxito.