1/4/22

Educación, clase social y calidad de vida

En 22 minutos, “Tres canciones para Benazir” narra las condiciones de vida de un joven que ilustra a muchos en Afganistán y tierras más cercanas.

Shaista está casado y quiere progresar, aun contra las condiciones que le ha impuesto su padre, quien lo sacó de la escuela ni bien terminó tercer grado. Sin demasiadas chances de empleo, se postula para el ejército, que le solicita el aval de su familia para tener a quién responsabilizar por si él fuese un infiltrado enemigo. Papá se niega, lo que lo expone a una alternativa que no le gusta: ganar dinero, tampoco fortuna, cultivando opio.

Es innecesario contar el final de esta película de Netflix que fue candidata al Oscar.