6/2/09

"Sí, soñá"

"Sí, soñá..."

“Los sueños, sueños son” es una frase a la que se suele apelar para subestimarlos. Sin embargo, cualquiera que haya oído el célebre “I have a dream” (“Yo tengo un sueño”) de Martin Luther King sabe que un sueño puede ser el origen de un gran cambio social, uno de cuyos indicadores es un presidente negro en un país que por años sobre años hizo de la discriminación una moneda corriente.

En un plano de muy distinta magnitud andan nuestros sueños. Algunos ayudan a tapar los bodrios oficinescos. Otros sirven para sentir menos la densidad de otras rutinas. Son sueños y por una o más razones –miedo, fiaca, falta de dinero, exceso de años, etc- no se transforman en hechos. Acaso su función central sea el auxilio para sobrellevar inevitables e inevitados hechos cotidianos.

Leer y escribir

El recuerda su cartera, su campera de hilo, su pulóver de lana, sus pantalones, su trajecito.

-No tiene en qué pensar.

-Es obsesivo.

-Hace ejercicios para no perder la memoria.

-No se acuerda de su cara.

-Es sastre.

-Tiene memoria visual.

Estimado lector: si querés, podés agregar lecturas relativas a lo que le pasa a Adrián Ramírez con la chica. Podés desestimar algunas o todas las opciones.

Julieta ya respondió: “El chico está enamorado. Debe ser bastante obse y capaz que no tenga mucho en que pensar, es cierto”.

Minucia

Qué lindo es sentir placidez. Sentir que las frustraciones no desacomodan el bienestar. Sentir que la alegría es posible entre sueños que no se cumplieron. Sentir que la paz se hace tangible. Y sentir que no importa si esto a alguien le suena cursi.