10/3/09

Examen oral

Examen oral

-¿Usted diría que es buen amiga? -le preguntó la profesora de Filosofía a Julieta.
-No me conteste ahora, podría responder rápido y la idea es que responda profundo. Mañana el suyo va a ser el tercer examen. Va a tener 5 minutos para exponer. Nada más, gracias.
Julieta se había quedado encantada con un tipo que le encantaba, Iván Noble. La letra no era de él, pero él le ponía voz a la Canción del Jardinero, de María Elena Walsh.
A Julieta le daban muchas ganas de reconocerse en ese personaje que decía:

“Del jardín soy duende fiel,
cuando una flor está triste
la pinto con un pincel
y le toco el cascabel”.


No siempre era como el jardinero con sus amigos bajoneados: con los varones, porque seis de cada siete aprovechaban la cercanía afectiva para tirarse lances; con las mujeres, porque, bueno, no sabía muy bien por qué. O sí: algunas de sus amigas sólo daban señales de vida cuando tenían problemas o para el protocolar saludo de fin de año. Otra razón era que ella cada tanto miraba el reloj y sus amigas se daban cuenta.
Al día siguiente, Julieta aprobó el examen.