Peligro: esnobismo
Hay candidatos a presidente que "miden bien", esto es, suman voluntades en las encuestas. Se les aprecia su discurso, su ropa, su corte de pelo. Como algunas canciones, están de moda. Con el tiempo se descubre que bajo la superficie había poco y nada.
Otra tendencia masivamente seguida es la de confundir libertad con impulsividad. Así, quien explicita con vulgaridad su malestar cree que elige bien, como supusimos tantos más de una vez al votar.
Ni qué decir de la moda de hablar de los pobres sin sacar jamás las manos de los bolsillos. O de la de creer que la rebeldía consiste en usar vaqueros por cuyas roturas se paga sobreprecio.

Al chanta lo que es del chanta

Aprobá con Riquelme
-¿Cuántas veces se lesionaba El Tano Vicente Pernía? ¿Y Fabián Carrizo? ¿Y Pasucci? ¿Y Graciani? ¿Y El Chino Tapia?
El profesor, a cambio de 500 pesos, interrogó al alumno si estos exjugadores de Boca se lesionaban más o menos que Román Riquelme.
Con el tiempo se supo que la inspectora le inició un sumario administrativo al docente, aunque no por corrupción sino por hacer preguntas demasiado fáciles.

 

A estudiar Historia
Una sola vez paró Dlego Maradona con la camiseta de Boca en 1981. Entre la tercera fecha y la séptima fecha del torneo de primera, por un desgarro. Y eso que jugaba entresemana amistosos por los cuales el club recibía buen dinero para pagar su incorporación. Además, ni noticias del fair play, de modo que lo revoleaban en cada partido. Las fotos de El Gráfico y las imágenes ahora en Youtube lo demuestran, prueba de lo cual son las patadas inclementes de Arregui para Ferro en la primera rueda y Wermer en Colón en la segunda.
Alguien puede plantear que Maradona es especialísimo. Que tomarlo como referencia comparativa no vale. De acuerdo. Miguel Brindisi, otro volante creativo del xeneize campeón de 1981, disputó 32 de los 34 cotejos, según lo informa el sitio www.historiadeboca.com.ar.
¡¿Y algunos pretenden que sea ídolo Román Riquelme?!
Hay un abismo entre los esfuerzos de unos -que no fueron perfectos- y la mezquindad para entrenar del otro.
Adrián Ramírez advirtió en este contrapunto lo importante que resulta estudiar Historia.

 

¡Despertá, loco!
El Llanero Solitario organizó una convivencia que animó Bernardo. Uno de los objetivos fue curar la fobia de Batman a los murciélagos. Por la tarde hubo tortas de Los Tres Chiflados servidas por El Chavo. Luego, Alejandro Fantino dio una conferencia sobre cómo hablar claro sin vulgaridad. Al final, Carlos Bianchi disertó acerca de autocrítica y Román Riquelme dedicó unos segundos a su ponencia: "El esfuerzo es todo".

¿Qué está pasando?
Alguien que habitó la Casa de Gran Hermano pretende acercarse al precandidato presidencial Sergio Massa. Entendible. La fama malacostumbra y no cualquiera prefiere reanudar estudios universitarios y otros esfuerzos teniendo disponibles una pantalla y un famoso.
Es de esperar que el referente principal del Frente Renovador no caiga en la tentación de canjear rating por ideas, superficie por fondo. Con Jesica Cirio alcanza y sobra.
¿Será esto lo que soñaron quienes marcharon y dieron su vida por el regreso de la democracia?
Stephen Moore sostiene que la socialización política es el aprendizaje que los ciudadanos hacen respecto de la administración del Estado. Al paso que vamos, no sería extraño que un estudiante de Formación Etica y Ciudadana consultara a su docente si para ser presidente, gobernador o intendente hay que mostrarse con una mujer de curvas pronunciadas.
No es cuestión de extrañar épocas como las de Abraham Lincoln, cuyos discursos duraban hasta cuatro horas, según lo evoca Zygmunt Bauman. Pero de aquello a esto de exhibir cuerpos y responder con el manual de las frases pegadizas hay una distancia demasiado grande, de las que deterioran la confianza en  los gobiernos elegidos por el pueblo.

Necesaria pregunta doliente
¿Somos clasistas? Un hombre al que Adrián Ramírez le debe la vida comparó los rótulos colgados a mujeres pobres que roban tiendas y los aplicados cuando lo mismo es hecho por quien sale con un futbolista famoso. En el primer caso, apuntó, se habla de "una mechera". En el segundo, de "una debilidad" de la doña de turno. La primera es "una chorra". La segunda, "una transgresora".
Un amigo de Adrián Ramírez que entró en el café y se sumó a la charla agregó: "Si un tipo de la villa tiene sexo con su hijastra, el periodismo lo fulmina y aparece en las noticias policiales. Si lo mismo hace un afamado director de cine, el hecho sale en espectáculos".

Gracias a Paulino y Pablo Gabriel por tanta sabiduría compartida.

¡Por fin, alguien!
Cada tanto aparecen señales buenas. Anoche, los precandidatos presidenciales Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri y el senador Aníbal Fernández respondieron sendos llamados de Marcelo Tinelli en su Showmatch para invitarlos a la boda de Martín Insaurralde y Jesica Cirio.
Distinta suerte corrió Tinelli cuando intentó contactarse con la presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
No hace falta ser kirchnerista para sentir satisfacción ante una -al menos una- negativa del mundo político a un ser que tanto daño ha hecho con sus veinte años de burlas a toda costa y machismo de cuarta.
Ojalá haya sido el primero de muchos gestos así. Es saludable que alguien le indique a Tinelli que no hay por qué rendirse a sus pies. Y que existen formas más dignas de congraciarse con la ciudadanía que hacer de bufón en su pantalla.