Ladrillazos
Autores varios dicen que las construcciones son representaciones, a
veces realistas, a menudo equivocadas, que elaboramos e incorporamos
acerca de distintas cuestiones.e influyen en lo que elegimos.
Al
votar, ¿lo hacemos según realidades o sobre la base de construcciones
por lo común distorsionadas ya sea por periodistas, comunicadores,
asesores de imagen y adversarios políticos?
"Plantar un árbol,
tener un hijo, escribir un libro" fue durante años una construcción que
guió a muchos a obrar a contramano de sus deseos y rompió cientos de
miles de realidades.
Un fanático se apega a sus construcciones y suele desdeñar lo que las
pone en riesgo de ser descubiertas como tales, no cual realidades
indiscutibles.
Ejemplo: alguien odia al candidato B. Dice: "No sabe
gobernar". Las evidencias lo desmienten. Replica: "Vamos a ver dentro
de diez años cuando todo estalle". La aldea no explota. La construcción
del fanático, castillito de naipes si los hay, intenta resistir con la
expresión "la suerte existe y es injusta".
Párrafo aparte para los
que a fin de cimentar construcciones hacen de cualquier rumor negativo una
verdad. Por supuesto, los rumores conciernen siempre al partido político
odiado.
"El sol sale por el Este" es una realidad. "Hay noches en las que la luna no está" es una construcción.
En uno de sus textos, Alejandro Dolina pregunta si nos jugamos por verdaderas causas o por causas que son cartón pintado.
Distinguir, verbo clave para armar rompecabezas. Y para votar.
En otra ocasión, la respuesta a esta pregunta: ¿es realidad o construcción que las suegras son malas?