28/7/15

Vueltas de la ciencia
Al pie de una estupenda estatua de bronce en su honor se lee que Albert Einstein no podía encontrar trabajo como docente después de graduarse de un instituto técnico en Zurich. Fue entonces que aceptó un puesto como examinador en la oficina de patentes de Suiza.
Quizás con alma de maestro dijo que "el derecho de buscar la verdad implica una obligación; uno no tiene que ocultar ninguna parte de lo que ha reconocido verdadero". En otras palabras, que el saber dé luz y calor, no que constituya una cortina de humo.
Ojalá lo asumieran tantos que se enfrascan en polémicas a sabiendas de que callan miserias del partido al que votan, del jugador a quien le prenden velas, del ego del que no se bajan...