Perder es parte de la dicha
Adrián Ramírez no tiene tatuajes, evita el dolor corporal. Sin
embargo, lee con fruición comentarios y noticias de su Boca, de su
querido Boca, en las maduras y en las duras. Sabe que la vida depara
sufrimientos y que otros, entre ellos los futbolísticos, llegan de tanto
buscarlos. Ha aprendido que perder es preferible al dolor de ya no ser.
Xeneize por siempre y en las malas mucho más.
Gracias, viejo, por enseñarme a ser feliz con esta hermosa identidad.
Ánimo, Ramírez
Suena la voz bellísima de Freddie Mercury. "Love of my life", en vivo,
consigue que Adrián Ramírez haga contacto con la música y se dedique
exclusivamente a ella durante la canción. Lo que le parecía raro cuando
lo proponía el profesor Gianni en las clases de Psicología se le hacía
sublime realidad 22 años después. Y lo ayudó a reanimarse tras algunas
clases frustrantes, dolorosas, de las que se iba sintiendo que la
docencia estaba en retirada allí donde la reflexión solo era cosa de
espejo.