25/2/17

Serenata de fútbol
Cuatro goles le regaló Paris Saint Germain a Barcelona como souvenir de San Valentín en el cotejo de ida poroctavos de final de la máxima competencia interclubes de Europa.
El partido dejó certezas sobre el peso del envejecimiento en deportistas en el primer nivel; Andrés Iniesta parece su réplica de cera, por no hablar de las veces que el mismo Lionel Messi fue anticipado por el veloz y aplicado defensor Kimpembe.
Otra de las señales del 4-0 en el Parque de los Príncipes fue la sensacional prestación de Ángel Di María, autor de dos goles que unieron precisión para tirar y astucia para desairar marcadores. También hubo tiempo para ver la confusión de Pastore, empecinado en gambetearse sin sentido ofensivo
No será la primera ni la última vez que a un grande como Barcelona lo humille un adversario concentrado, ligero, práctico y preciso, este martes encarnado por París St. Germain. Verlo a Edinson Cavani picar en diagonal a buscar un pase profundo y rematar de primera, sin dar chance al rival, fue una muestra de los beneficios de ejecutar rápido toda vez que se sepa qué y cómo hacer.
Lástima que no lo asistió esta facultad a Luis Enrique, entrenador de los catalanes. Respondió sin demora, es cierto, pero sin inteligencia, a un periodista que le marcó enfáticamente sus errores. Reclamó el mismo entusiasmo a la hora de registrarle virtudes en partidos ganados. Es lógico lo que pide, mas no era el momento ni la forma, tan cerca de la exasperación como su equipo de quedar eliminado de la Liga de Campeones de Europa.