6/12/17

Julieta y las respuestas copiadas
Cansada de los estudiantes que responde “igual que él”, “lo mismo que ella”, la profesora Julieta les propuso esta situación.
-En un bar, un hombre le dice a la mujer con la que está: “Me gustás en el sentido que me permite sentirme bien independientemente de que te vea. Más que placer visual, estar contigo me da bienestar, pero no el que pueden dar un remedio o una milanesa con papas fritas; conseguís ponerme bien incluso cuando por hache o por be tengo pocas ganas de dejar de ladrarle a mi entorno.

Me gusta tratar de ayudarte en lo que pueda porque todavía no me cansan tus planteos. Por ahora, ese intento generoso no me sale caro.

Por supuesto, también me gusta soñarte”.
Supongan que al lado hay otra pareja, la mujer pregunta: “¿Vos qué sentís por mí?” y él responde: “Lo mismo que dijo el hombre de al lado”.
Si fueran la mujer, ¿se quedarían? ¿Es posible sentir con las mismas palabras? De acuerdo, puede que los términos sean distintos y los sentimientos, muy parecidos. Pero lo mismo, muchachos, al pie se puede firmar un contrato, una solicitada, pero no una declaración particular como es la expresión de afecto o la respuesta a una pregunta.
Yo no me voy del aula la próxima vez que escuche: “Lo mismo que ella” o “igual que él”, pero quien conteste de ese modo recibirá un uno.