Sentimientos de película
"El amor menos pensado" deja varias cuestiones boyando en sus dos horas y veinte.
-Aunque se teja desde la ficción, la película bien podría ser un documental sobre vínculos en la Argentina del siglo 21.
-¿Estás preparado para responderle a tu pareja si la querés?
-Abrir diálogos sobre sentimientos entraña riesgos.
-¿Qué es lo que de veras nos enoja, paraliza, moviliza?
La obra expone con gracia y destreza verdades de perogrullo tales como:
-"Un clavo saca a otro clavo", salvo que se trate de amor.
-Los rejuvenecimientos nacidos desde sentimientos profundos son más duraderos.
-Da gusto ver a un viejo haciendo de viejo.
-Engañar gusta, ser engañado no.
Se ha escrito y se sigue investigando acerca de las consecuencias del nido vacío o desequilibrio que a sus padres les ocasiona la partida de un hijo de su hogar. ¿Qué hacemos ahora que nos queda más tiempo para la relación entre nosotros?, es un interrogante que, como las consignas difíciles de un examen, se puede dejar para después, hasta que toca afrontarlo. A algunos, la prueba les sirve de gozosa oportunidad para desplegar creatividad y saber acumulado. A otros, entre ellos la dupla protagónica encarnada por Mercedes Morán y Ricardo Darín, el momento se les revela dramático.
Están los que, como Claudia Fontán - Luis Rubio, celebran aniversarios de vida juntos. No se separan si sienten que dejan de quererse; optan por mantener relaciones paralelas que aceptan para sí mismos, no para el otro.
Charlas entre amigos y de padres a hijos, junto a diálogos entre conquistadores y conquistados, hacen que los 140 minutos pasen rápido, entre risas y amargas paradojas tales como la que papá Norman Brisky le hace notar a su hijo Darín: te separás por no soportar rasgos de la vida en pareja y resulta que eso es lo que estás buscando ahora que estás solo.
El placer de ser deseado está presente, igual que la comprobación de que aquel a quien se elige es, aun con imperfecciones, mejor que la persona con la cual se intenta olvidarlo. Acaso el recorrido por las alternativas realce la apreciación por la primera opción, así como le pasaba a Woody Allen, quien contaba que tras hacer 20 tomas de una escena solía quedarse con la original.
También hay espacio para el fastidio por advertir que el ser a cuyo lado se vive luce mucho más pleno junto a otro.
Y para la constatación de que el amor no caduca, ni lo hace la vivacidad. Los personajes de Chico Novarro y Claudia Lapacó, al natural en su vejez, son un regio estímulo actoral.