23/12/08

Lógica y locura

Lógica y locura

Es cierto: el mes pasó de largo y el resultado deseado también. Tan cierto como que la vida no había pasado de largo. Adrián Ramírez sentía que “mientras hay vida, hay esperanza” no era frase hecha en este caso.
Ultimamente se había preguntado si era posible que el gran amor de una vida fuese uno que no se hubiera concretado. La lógica le dictaba que no. También le repicaba la frase de un personaje especial: “A veces hay que ser un poquito loco para que las cosas salgan”.
Entre la lógica y la locura, la historia se había escrito mucho más con el lápiz de la locura. De hecho, las peores páginas eran aquellas trazadas desde la lógica, que dio paso al miedo y la abstención.
Entre voces ajenas y propias transitaban sus sentimientos y sus acciones, una de las cuales había sido ofrecerle al amor de su vida un cambio tan grande que ni quienes lo conocían lo imaginaban.
Esta decisión, loca para quien calzaba zapatos de 50 kilos cuando de modificar rumbos se trataba, era lógica, vaya si era lógica, en función de la mujer de la que estaba enamorado.

22/12/08

Preguntas cuando suena el timbre

Preguntas cuando suena el timbre

“Prejuicios” es uno de los conceptos inevitables en Sociology, no sólo porque lo contempla el curriculum sinto también porque existe. Vaya si existe y le damos vida cotidianamente.
El fútbol es una de las víctimas preferidas de los prejuicios en varios ámbitos académicos. “Si viene del fútbol, entonces es malo” y “fútbol, o usar los pies en lugar del cerebro” son expresiones ampliamente difundidas.
Negar que muchos futbolistas, entrenadores, hinchas, por no mencionar periodistas deportivos, dicen zonceras es una acción tan titánica como inútil. Sin embargo, el fútbol también provee buenos ejemplos y frases apropiadas para reflexionar acerca de la tarea de un docente.

Y bien
-“Mi estilo es mejorar jugadores”, dijo el director técnico Carlos Griguol, entrevistado por la revista El Gráfico. Suena bien. ¿Es la manera en que actuamos como profesores y maestros?

-Cuando Argentina organizó la Copa América de 1987 –un año después de haber conquistado el Mundial en México-, Carlos Bilardo, entrenador de Argentina, consideró que ganar la Copa no era importante per se. Más aun, sostuvo que hacerlo podría haber conducido a “engañar y engañarnos”. Agregó la necesidad de “pensar en el futuro y el futuro se llama Mundial de 1990”. Otro buen sonido. Ahora bien, ¿qué preferimos como docentes: buenos resultados ya o duraderos a partir de mañana?

-Javier Castrilli fue uno de los árbitros más renombrados en las dos últimas décadas en el fútbol argentino. Por un lado, tomaba decisiones al margen del tenor de los equipos; en otras palabras, asumía que la justicia debía ser ciega. Por otro lado, parecía sentir un extremo placer cada vez que expulsaba un jugador. Como dialogar con ellos no era obligatorio reglamentariamente, él lo evitaba. ¿Y qué encontramos cuando nos vemos a nosotros mismos? ¿Justicia y diálogo orientado a la prevención? ¿Justicia y Castigo? (así, con mayúscula) ¿Ni siquiera justicia? Algunas otras preguntas: ¿qué hallamos al revisar nuestro comportamiento diario? ¿Descubrimos silencio en los momentos críticos como paso previo y necesario hacia las sanciones posteriores? ¿Persuasión para evitarlas? ¿Ni silencio ni persuasión?

Lugares comunes
“Somos hijos del rigor” es un diagnóstico popular. “La letra con sangre entra” es otro. En materia sociológica, ambas afirmaciones dan el perfil de estereotipos, esto es, generalizaciones falsas –y, cabe decir también, peligrosas.
Cuando estamos en el aula, ¿somos concientes de tal carácter de las afirmaciones? ¿O las seguimos como si fueran verdades sagradas?

Clásico
Angel Labruna fue múltiple campeón en River, como futbolista y como entrenador. Tenía la habilidad de percibir elementos obvios que no obstante resultaban invisibles para muchos. Solía decir: “No hay que correr tanto; hay que hacer correr la pelota, ella no se cansa”. Tan simple y tan sabio. Quién pudiera descubrir este tipo de verdades útiles y aplicarlas en el cotidiano ejercicio en el aula.
Para evocar el clásico futbolístico más importante de la Argentina, algunas palabras luminosas de Oscar Tabárez, técnico que obtuvo dos campeonatos en Boca en los noventa: “Ni vivir preso de los miedos ni subirse a euforias desmedidas. Uno no puede ganar todos los partidos, y tampoco perderlos a todos”. Una vez más, quién pudiera convertir estas ideas en viva experiencia docente.

11/12/08

Aperitivo

Aperitivo
“Nunca están disponibles las mejores alternativas”, apuntó el pibe en consonancia con su padre, que hacía del pesimismo un modo de vida.
“Es cierto”, replicó su novia, que a continuación le dijo: “Pero no lo tomes como algo personal”.
“Felizmente, mal que mal, uno va aprendiendo a administrar las situaciones amargas”, la siguió. “De hecho, más de una vez me pasó bajonearme mal hasta que empecé a sentirme mejor más allá de las cosas que se daban mal o las que venían mal desde hace un montón de tiempo”.
“Tal cual”, replicó él. “De todas maneras -continuó-, hay que ver qué podemos hacer para cambiar esos problemas; si vamos al caso, una cosa es aceptar que el Sol sale por el Este y otra cosa es aceptar que sos el carlitos de todo el mundo”.
“Bueno, Daniel, ya está lista la cena”, lo llamó al cambio de tema el padre de ella.

Grafiti
“Dentro de todo se puede mejorar de vez en cuando”, estaba escrito en el paredón encima de “Que se vayan todos”.
Julieta mira cada dos por tres la frase, “bastante larga para ser grafiti”. La inquieta eso de “dentro de todo”, le da la sensación de que implicaba un consuelo tipo “algo as algo”.
Si bien las dos expresiones reflejan parcialidades, le cae mejor “de vez en cuando”. No sabe bien por qué. Piensa que con algunas expresiones pasa como con la gente. “Frente a dos muy parecidos o iguales, una siente distinto y entonces capaz que de uno te enamorás y al otro ni lo registrás”.
Quizás -agregó en su diario-, una prueba de que se puede mejorar sea que ya casi no se ve la frase “Que se vayan todos”.

Futuro
“Mañana será otro día”, dijo ella y se sentó junto al armario.
-¿Pero qué querés decir?
-Yo qué sé, ya sabés, por ahí las cosas no salen.
-¿Y últimamente decís muy seguido “mañana será otro día”?
-Yo qué sé.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Ya pudiste.
-¿Me parece o estás medio pesimista?
-No, pesimista sería casi mejor, dependería de mí misma cambiar. Lo que estoy es medio resignada porque sé que no puedo cambiar la situación que me tiene así.
-Seguís pensando en él.
-...
-El ya te dijo sus planes.
-...
-Buenas tardes, señores.
-Buenas tardes, profesora.
-¿Estudiaste?
-Mañana será otro día.

4/12/08

Gustavo se le anima a la felicidad

Gustavo se le anima a la felicidad

-Ojalá pudiera decir que sé cómo vivir o, para decirlo con otras palabras, cómo ser feliz -dijo Gustavo hace dos tardes.
Después de decirlo, escribió lo que sigue:
"En un tiempo, ni siquiera me preguntaba qué era la felicidad o si era feliz.
El tiempo pasó y mis miedos cambiaron, también mis pesadillas; no más caídas sin fin sino situaciones ridículas, sanciones educativas, desempleo...
Hace unos años, solía ver partidos de fútbol y pensaba: "Estos jugadores son más viejos que yo". Ahora incluso soy mayor que varios técnicos.
Quizás esto ejemplifique cómo no cumplimos algunos de nuestros sueños. Acaso esto sea útil para ver que la felicidad es difícil de alcanzar si depende de lograr los sueños de infancia o adolescencia, cuando conceptos tales como status, contexto y control social parecen no existir.
Hace unos años, cuando llenaba formularios, veía dos categorías: masculino / femenino. El año pasado tuve que llenar una y leí: masculino / femenino / otra.
"Todo cambia", como canta Mercedes Sosa. My papá la escuchaba en discos de vinilo. Mi hermano mayor la disfrutaba en casetes. Tuve la chance de escuchar sus cds pero no la tomé. Recién en 2006 empecé a prestarle atención, a través de los dvds.
"Todo cambia", también mi vocabulario. Estoy seguro de que yo no solía decir o escribir el término frustración cuando era nene o adolescente. Como administrarla juega un papel clave en materia de felicidad. A propósito, en un capítulo de la serie Los Soprano (canal Warner, domingos a las 21), Tony Soprano, un capo mafia, adinerado y poderoso, confiesa en una sesión de terapia a su analista: "Soy el dueño del mundo y me siento un perdedor". Tan poderoso y tan infeliz. Sufre. Y cómo.
Un tipo a quien mucha gente quiere asesinar no tiene miedo de morir sino de cambiar. Entendible. Aprendió de su familia que el delito era casi todo en la vida. Además, el miedo al cambio es uno de los miedos básicos del ser humano. Consecuentemente, enfrentarlo es difícil y de allí que hacerlo sea un mérito grande. Y como pasa cada tanto, el mérito nos trae premios. De hecho, afrontar los cambios es una buena estrategia para quedar más cerca de la felicidad, una de las palabras de significado más plural en el diccionario social".

1/12/08

¿Qué les pasa?

¿Qué les pasa?
Si querés, estimado lector, podés responder la pregunta a partir de estas situaciones:

a) Julieta sonrió y musitó algo que no viene al caso.
b) Luis no puede poner las hojas en el folio.
c) A Lucas le tiembla la mano.
d) Luciana escribe y tacha. Después tacha, rompe la hoja y sigue tachando.
e) Andrés baja la mirada y dice "Gracias".
f) Franco resopla.
g) Tadeo mira el televisor e insulta.
h) Ariana mordisquea la birome y la golpea contra la carpeta.
i) Luján firma un papel y se escucha: "Que Dios me asista".
j) Rafael se muerde los labios y se rasca la mejilla.
k) Lisandro mueve las manos y exclama: "¡Pero la puta...!"