Boxeo sin guantes
"Sé que Bonnie te necesita y la necesidad te hace sentir muy bien, pero la necesidad no es amor", le dice la mamá Norma Arnold al mayor de sus hijos varones, Wayne, resuelto a irse a vivir con quien desde hacía unos meses era su novia y esperaba un hijo de otro que la había dejado.
-No puedo creerlo, tú no sabes nada.
-Es solo que no quiero verte sufrir.
-Tú no quieres verme crecer. Quiero que no intervengas en esto y quiero que me dejen en paz.
Decir que "The Wonder Years" ("Los Años Maravillosos") es una serie sobre familias estadounidenses de 1968 a 1973 es quedarse muy corto. Es una ficción televisiva tan escrita y actuada con tal realismo que sería heterodoxo y atinado considerarla un documental.
Cala tan hondo en los conflictos de un grupo familiar que trasciende las épocas. Refiere con semejante claridad a niñez, adolescencia y juventud, principalmente, como a adultez y ancianidad que cuesta no verse en la pantalla.
El diálogo inicial de este texto manifiesta el choque entre quien sabe por años de recorrido y quien prefiere que la experiencia sea -tal lo decía el boxeador Natalio Bonavena- ese peine que a alguien le dan cuando se queda pelado. Nada nuevo, ni evitable: el cruce entre el dolor que los padres desean evitarles y el que padecen los hijos por interpretar eso no cual ayuda sino como corte de alas.
En otro de los capítulos, el 108, Kevin adulto se recuerda en la secundaria. De los mimos a su ego por ganarles a sus compañeros de clase pasa a las derrotas ante los preseleccionados en el equipo de lucha del colegio. De creerse el mejor a saberse el peor del nuevo grupo. De los elogios de los amigos a las verdades que con crudeza le dice el entrenador. De las inmensas ganas de largar todo a pelearse con sus caprichos cuando tiene enfrente a un pibe que casi lo duplica en altura y músculos. De consagrarse rey de las huidas a coronarse luchador. Sus palabras son elocuentes:
"Esa noche, tal vez por primera vez en mi vida, me comprometí conmigo mismo en algo. Dejé las excusas, olvidé los pretextos, luché hasta el fondo".
El capítulo 45, también disponible en Youtube, grafica lo incómodo que es para un padre que su única hija cumpla 18, máxime si toca en pleno auge del hippismo. Como cantaba The Beatles, "todo junto ahora", "ella se va de casa", "carga con ese peso".
Es que por si fuera poco, Los Años Maravillosos regala música de Paul, George, John y Ringo, además de Simon & Garfunkel, Elvis Presley y otros deliciosos artistas.