Ya nadie se llama Restituto
Adrián Ramírez se divertía con el himno "No vamo' a trabajar", de
Rodolfo Zapata, mientras preparaba el texto "breve, no más de diez
renglones", sobre cambios culturales. Entre tanto, la profesora llenaba
los formularios que debía presentar en Inspección General de Burocracia.
-¿Cómo va la tarea? -escuchó mientras desde el auricular sonaba "Y
compre con poca plata", tema en el que Zapata invita: "Señora, mire qué
huevos, y quiero que usted me diga si un
par de huevos como estos no le llenan la barriga". Levantar la cabeza y
mirar a la profesora era una mala idea para alguien que se tentaba de
la nada. Siguió escribiendo, la risa contenida:
"Dalmacio,
Esperidión, Sergia, Argenilde, Anselmo, Isolina, entre otros, son
nombres caídos en desuso. Para verlos hay que recorrer viejos nichos o
tumbas. Algo anda mal.
MP3 suena hoy tan antiguo como estos nombres y eso que fue en este siglo que se empezó a usarlo. Algo anda mal.
Hay quienes creen que una chica tan borracha como un chico ilustra el
progreso en la conquista femenina de derechos. Algo anda mal".
Ramírez entregó el texto cuando Rodolfo Zapata informaba: "Melón y
Melame hicieron un guiso; Melón puso papa y Melame el chorizo".