¿Qué le digo?, pensaba Adrián Ramírez. A Julieta García la conocía de años, de manera que la edad, el grupo musical favorito, el cumpleaños y la cantidad de hermanos eran datos archisabidos. Era tiempo de dejar de lado las preguntas tipo censo y pasar a diálogos más significativos, que a él se le hacían arenas movedizas.
Su padrino, Oscar Marandet, le había contado la historia del
mozo de “Lo que queda del día”. Se ve que le generó curiosidad o lo hartó
insistiéndole, el caso es que juntos vieron la película en la que Anthony
Hopkins antepone siempre un quehacer en la mansión donde trabaja a declararle
su amor al ama de llaves personificada por Emma Thompson.
Ramírez no precisó que le explicitaran los parecidos, ni se
ofendió. Por suerte para él, la película lo dejó preocupado.