27/6/15

Habrá que asumirlo
"Chileno decime qué se siente,
saber que se te viene el mar,
te juro que aunque te tape el agua,
nunca te vamos a ayudar".
Los versos integran un cántico que entonan argentinos en Chile en la Copa América 2015. No son esencialmente distintos de las muertes celebradas y promesas de incendiar estadios rivales y correr a tiros a bandas contrarias con las que musicalizamos nuestro fútbol.
Exportamos violencia barra brava aun sin barras bravas. Qué macana, nos quedamos sin chivo expiatorio.
Detestable, doctor
"Es parte del folclore del fútbol" y "prefiero eso a que me rompan una pierna" fueron las expresiones del doctor Carlos Bilardo acerca de lo hecho por Gonzalo Jara, que sin pedirle permiso jugó al proctólogo de antaño con un jugador rival.
Es cierto que no podía esperarse otra cosa de Bilardo.
"Al rival hay que pisarlo"
, le dijo en la temporada 1992/93 a uno de sus jugadores de Sevilla que deseaba ayudar a un adversario caído.
En 2010, cuando Julio Grondona resolvió que se había acabado el tiempo de Diego Maradona como técnico de la selección, Bilardo -que era un inconsulto supervisor sobrante- se quedó en el cargo aunque había prometido que se iría junto con el entrenador.
Si alguien perdiera un dedo entre las faldas de Gloria, la esposa de Carlos Bilardo, en medio de un baile, ¿pensaría el técnico campeón del mundo 1986 que eso es el folclore de las fiestas?
No menos bochornoso fue el argumento de que meter un dedo en nalgas ajenas es preferible a romperle la pierna a un rival. Con ese criterio, tal vez lo escucharíamos diciendo "lo torturaron, pero no lo mataron" o "le robaron, pero no le pegaron".
Cabe acotar que las declaraciones del ex entrenador argentino, por cierto contemplativas respecto de la vergonzante acción del futbolista chileno Gonzalo Jara durante el partido frente a Uruguay por la Copa América 2015, fueron formuladas en territorio trasandino.
El decoro y la valentía lloran en un rincón.

16/6/15

Derecho mayor a la alegría
"Libre", pieza eternizada por Nino Bravo, fue una de las canciones que se escuchó en la tarde del lunes en el Viejo Mercado. La voz de Soledad también sonó grata para referir a una condición, un anhelo, una utopía, según los casos.
Es que no todos los adultos mayores encarnan semejante dicha. Como se reflejó en la obra de uno de los grupos de Teatro del PEAM, también están los que sufren maltrato no necesariamente de extraños sino de familiares.
Eso fue después de las cuotas musicales de "Los muchachos de antes" y otros hombres y mujeres que le pusieron voz, guitarra, bombo y charango a melodías clásicas del folklore argentino, entre ellas "Sube, sube", que emocionó sobre todo porque cuatro alumnas de Expresión Musical portaron la enseña celeste y blanca mientras la interpretaron. Entre tanto, a la par de las sillas salieron a bailar parejas animadas por los sonidos y por la Semana del Buen Trato propuesta por el Programa Educativo de Adultos Mayores de la Universidad, que junto con la Municipalidad y PAMI propició cinco días a cuyo través se haga visible que "todos tenemos derechos", tal como rezó uno de los carteles al pie del escenario.
Luego de los criollitos y el té que se sirvieron para la merienda, el ritmo cambió y la percusión copó el ambiente. Empezaba a verse anaranjado el horizonte, el sol se iba retirando, no así la vivacidad que aportó la Murga Mulato Mulé para finalizar el primero de los eslabones de una cadena de buen trato social.

13/6/15

Llagas sociales
Por John Wider y Paula Cendoya, estudiantes de cuarto año del Colegio San Ignacio que escribieron esto en no más de 20 minutos durante un práctico de Sociología. La base, una nota de CNN relativa a una ciudad de Estados Unidos que de un lado del río tiene a la mayoría de la población blanca y, del otro, a los afroamericanos. Huelga decir que las chances de vida de unos y otros son muy distintas.   
 
A lo largo de la historia, la gente de tez oscura ha sido tratada como esclava en varios lugares de América. Un esclavo no solo no tiene poder, sino que no posee siquiera derechos. Por muchos años, personas morochas han sido víctimas de discriminación directa, ya que eran maltratadas públicamente debido a su raza. Mucha gente, no toda por supuesto, ha ejercido un abuso de poder sobre estos niños, niñas, mujeres y hombres. A pesar de que la situación ha cambiado con el paso del tiempo, y muchas normas han sido decretadas para abolir la esclavitud, aún hay partes de nuestra sociedad que no se han adaptado a ellas. La socialización de un joven que ha crecido en un lugar donde la injusticia, el racismo, y la falta de ética son hechos cotidianos, y en donde la población es tanto blanca como negra, posiblemente se base más en el énfasis de las diferencias que similitudes. También puede suceder que la aguda historia de roces entre gente blanca y negra, a pesar de encontrarse en el pasado, siga presente en muchas mentes adultas, y sea transmitida a través de la socialización corrompiendo la tan anhelada inocencia de los niños.  
Esta diferencia, marcada a fuego en muchas sociedades actuales, no es causada por un grupo étnico particular. A pesar de que se le atribuya a un colectivo racial mayor prestigio y poder lo único que verdaderamente tienen es dinero. Considerar a alguien más poderoso y prestigioso basándonos solo en su raza es un error que posiblemente nos perjudique, y está en nuestras manos dejar de creerlo. Concluyendo, la historia influye el contexto actual, y como todas las cosas en la vida, se requerirá tiempo y esfuerzo para ganar la batalla contra la discriminación racial, pero el cambio comienza en nuestras mentes, sea más clara o más oscura.
A salvo del olvido
Dirigió "Incendios", una obra que muestra cómo se naturaliza la crueldad cuando se la enseña por años en contextos de guerra. La pieza también expone los padecimientos de la mujer (interpretada por Ana María Picchio) que quiere aprender a leer en una cultura tremendamente machista.
Sergio Renán también llevó al cine "La Tregua" y probó que una vida cotidiana cualquiera es campo fértil para la belleza toda vez que medie el talento del realizador. Quien lo dude, sírvase ver en Youtube escenas tales como: el diálogo de un padre con su hijo, al que descubre homosexual en tiempos en los que esto era garantía de exclusión social. La lista de indicadores que le da Martín Santomé (Héctor Alterio) en un café a Laura Avellaneda (la Picchio) para convencerla de que está enamorado de ella. La dureza de la primera charla franca en años entre él y su hijo Esteban (Luis Brandoni), que en el living de la casa le explica su enojo frente a la vida diciéndole: "Me pasa que sos mi padre".
O el temor de Blanca, la única de los hijos que lo ama de principio a fin, de transcurrir sin que le pase nada, "como" y antes de que se atreva a confesar "a vos, papá", un abrazo los salva a ambos.
La muerte se ha llevado a Sergio Renán, no a su arte perenne.

3/6/15

El indicado
"Tenía que ser él". La frase refería a Walter Perazzo y fue escrita minutos después de su gol en el 2-0 de Boca a River en el Monumental en 1988. La expresión indicaba lo sensato, lo razonable que era esperar un gol suyo en un partido tan relevante.
"Tenías que ser vos, p...", cuentan que le espetó Alfio Basile, su técnico, a Carlos Enrique al enterarse de que era él quien fumaba en el baño del avión durante una gira de la selección argentina en 1991.
Cuando otros refieren a nosotros, ¿con qué ánimo pronunciarán "tenías que ser vos"?

Sentido y causalidad
"Si ella junta palitos de la selva amarillos y azules, ¿significa que es hincha de Boca o de Central?", preguntó Adrián Ramírez.
"Puede ser que le gusten los sabores", respondió Julieta García.
"O que le agraden los dibujos del envoltorio", agregó Catalina Escudero.
"O que disfrute del sabor y del papel porque es hincha de Boca", replicó Adrián.
Es cierto que resulta más probable este camino que el inverso, hacerse de Boca por amor a los palitos de la selva de banana y ananá, pero esto no da derecho a desestimar absolutamente tal posibilidad. Allí donde hay personas hay excepciones.