Costo de vida
Errar es tan humano como tomar buenas decisiones sobre las vidas ajenas.
Un piloto tiene que elegir en segundos qué hacer tras un hecho inédito:
una bandada de palomas le choca el avión y le rompe los dos motores.
Acuatizar en el río Hudson requiere aptitud y coraje. Rescatar a las
155 personas que terminaron el vuelo en de pie sobre las alas que flotan
en el agua, en botes inflables o dentro del agua a apenas 2 grados
demanda coordinación y rapidez. Con 20 grados bajo cero, el invierno no
da tiempo.
Los ciudadanos de a pie lo aman. Sin embargo, Sully debe
rendir cuentas a empresarios que no le perdonan haber salvado vidas a un
alto costo económico.
Los simuladores de vuelo indican que el piloto podría haber vuelto al
aeropuerto de La Guardia o aterrizado en otro cercano. Sully asegura que
era imposible. El diario del lunes, o la crítica de hinchas o
periodistas sobre hechos futbolísticos consumados, también existe en la
aviación. Desde la tribuna, un palco o una oficina y con mucho más
tiempo se sabe siempre qué tendría que haber hecho el otro... en un
contexto crucial.
"Sully" es de esas películas que, basadas en
hechos reales, expone con belleza medallas y miserias humanas. La dirige
Clint Eastwood y la protagoniza Tom Hanks, por lo que no sorprende la
semejanza lograda entre el actor y el canoso piloto de blancos bigotes
que debió rendir en el aire un examen terrible que no fue el último de
su vida.