27/11/17

Antídoto
Un hombre camina por el bulevar Roca con dos niños de no más de un metro de alto. Uno lleva un radiograbador del cual se escucha algo así como "se baja la bombacha por un cargo y algo más".Con un poco de suerte, los chicos no hayan entendido lo que escuchaban a las 20.53 entre las calles San Lorenzo y Lavalle. ¿Pero el hombre? A la contaminación ambiental la combaten Greenpeace y alguna que otra ley. Ojalá también se hicieran cargo de la polución sonora y de la educativa. Más de un adulto que debiera responder por sus criaturas no sabe ni contesta sobre el tema."Después, qué importa el después", parecen decir.La buena noticia es que mañana los niños irán a la escuela.

24/11/17



En el aula de ayer
Aguirre me dijo crustáceo”, reclama un niño de quinto grado. La señorita Alicia lo escucha y se ríe. Peralta vuelve a su asiento frustrado por la impunidad y porque no solo Aguirre se divierte a su costa.
La maestra no quiso herir al alumno acusador, si bien dio luz verde al apodo.
Esta lectura se hace más de treinta años después, a la luz de estudios sobre consecuencias de bromas, rótulos y similares modos de reírse de otro.
En 1988, un maestro de taller ve a un estudiante de primer año sujetar la lima en la morza y pasarle encima el material a desgastar. Como mover la cabeza y dejar quieto el cepillo para lavarse los dientes.
El hombre se enoja y da permiso para “30 segundos de capotón”. Los manotazos de los demás llegan con placer para muchos y dolor para uno, que acaba llorando.

Miradas
¿La señorita que festeja el apodo “crustáceo” y el maestro de taller que avala medio minuto de chirlos y coscorrones se equivocan por igual? Tu respuesta es bienvenida. Sugerencias que salen del diálogo de parroquianos sentados a una mesa del bar Siete y medio:
-La tolerancia a la frustración se elabora mediante frustraciones.
-Pero hay frustraciones legítimas y otras injustas.
-Un sobrenombre, de vez en cuando, es humor. Un golpe, no.
-No sé de la escuela primaria, pero de ese taller salieron buenos boxeadores.
-Un alumno socializado entre arbitrariedades soportará mejor a un jefe caprichoso.
-Hasta que un día le haga capotón.
-Reírse de los otros es tan viejo como la humanidad.
-La vejez no legitima maldades.
-El maestro, como autoridad, no puede callarse ante un mote y, menos que menos, confiar que un grupo de chicos va a jugar sanamente a los manotazos.
-Hay formas de humor muy próximas a la maldad.
-Viejo, si no te bancás un “crustáceo”, vas a llorar porque el puré esté frío y cuando le falte sal a la sopa.
-La maestra le dio una lección al acusador: qué tanto buchonismo por un sobrenombre.
-El mensaje es fiero: sufrí callado y no pidás ayuda.
-Sin desprecio no hay humor, fíjate en cualquier chiste.

17/11/17

¡La profesión, la profesión..!
Más de uno debe recordar cómo termina el cantito tribunero. Para quien no esté al tanto del original, vaya esta pista: los siguientes versos informan que se va a un lugar que rima.
Charlas con adultos mayores agudos ayudan a advertir la paradoja del bloque de "periodismo ciudadano" presente en varios noticieros. Alguien envía una foto de un bache o de una esquina donde la recolección de basura es apenas un recuerdo y un texto breve, a menudo mal escrito, y le alcanza para conseguir el ostentoso rótulo.
¿Cómo sería el espacio destinado a "psicología ciudadana"? Tal vez, un hombre que acaba de perder al ludo mandaría esta sugerencia: "Acabo de aprender que la derrota enseña... la sonrisa del ganador".
¿De qué forma reaccionaría el Colegio de Psicólogos?

Que un periodista resuelva que un mensaje relativo a omisiones preocupantes tales como la falta de arreglo de baches o de reparación de luminarias es un ejemplo de "periodismo ciudadano" es curioso. Los dichos de una fuente no la constituyen en periodista. Son valiosos, pero no dejan de ser informativos. Si no, un paciente que le contara al médico qué le duele podría reclamar un certificado de "médico ciudadano".
El periodismo es menos complicado de lo que podría pensarse, a juzgar por la fortuna que cobran algunos. Pero no es tan sencillo como para adjudicarle a cualquier vecino bienintencionado el rótulo por el solo hecho de transmitir una novedad o acontecimiento de hace mucho desconocido por la mayoría.

13/11/17

Excelencia
Hay gente a la que le sale fácil lo que para otros es imposible. Maria Callas y Edith Piaf son ejemplos cabales en la música. Como ellas, existen personas que afrontan desafíos, uno por uno y de a varios, con una entereza que más de un futbolista desearía tener para jugar finales. O, mejor dicho, para disputar finales y cualquier clase de partidos en todo momento del calendario y de las décadas.
Pasan años, temporales económicos, ministros espantosos, dolores físicos y enfermedades. No importa. Nada le vulnera su sublime capacidad de amor perpetuo.
Mi madre, ¡cuánta valentía y entrega generosa! Asistencia perfecta a la hora de amarnos.
Como la Callas o la Piaf, la Elvira.
Egoísmo y entrega
"Cuando más pensé en mí, peor lo pasé", escribió Adrián Ramírez en el renglón de la hoja que le quedó sin usar en la clase de "Tecnologías aplicadas no se a qué". Se le avinagraba el rostro al acordarse de amarguras vividas y esparcidas a su alrededor y agregaba: "Cuando me enojé con la vida, los platos los rompieron familiares y amigos".
Le asomaba una sonrisa corta, como la de Ricardo Bochini al festejar goles de rutina, al pensar que había asumido un compromiso de mejorarse, de hacerles más llevadera su compañía a quienes lo trataban.

Emblema
"Lucha viril, sangre generosa" era, aproximadamente, el título de la revista El Gráfico para una espectacular foto del defensor Oscar Ruggeri y el volante Gerónimo Saccardi, sangrantes al cabecearse en el decisivo Boca 1-Ferro 0 del Metropolitano de 1981. Cómo habrá sido el despliegue conmovedor del cinco de Ferro que, al salir lesionado por este golpe, fue aplaudido por la hinchada local.
Adrián Ramírez aún lo recuerda y admira por su denuedo, por su voluntad. También a Ruggeri, cumplidos los 30 años de condena por haber pasado de Boca a River.
Libertad de expresión 

El alumno Fercovich recuerda con estas palabras un postulado de Mariano Moreno "Si no dejan publicar la verdad, va a triunfar la mentira, el empobrecimiento, el embrutecimiento". Desliza luego que a uno de los miembros de la Junta de la Revolución de Mayo de 1810 lo envenenaron porque sus ideas se oponían a quienes preferían continuar el régimen de hijos y entenados.
Un compañero confirma que a Moreno lo mataron y la profesora lo desautoriza porque "no hay pruebas".
-No hay pruebas porque a la historia la escriben los asesinos -sostiene un estudiante que se identifica como Horacio Costa, se pone de pie y es sacado del aula.
"Esta es una clase de Historia, esto no es un debate", sentencia la docente.
(La Historia Oficial, en Youtube, de los minutos 30 a 34)

"Saber discutir con libertad y claridad de posiciones, sin espíritu de ocultamiento ni guardando resentimientos, sin soluciones autoritarias ni ataques personales", propone Antonio Cencini en Vivir Reconciliados. Plantea que "bastaría comprender que no hay necesidad alguna de vencer o de dominar para sentirse alguien".
¿Faltará mucho para que los partidarios de los partidos mayoritarios se hagan eco de estas expresiones? ¿Por qué se cruza tan fácil la frontera de la identificación política al fanatismo?
Para muchos, el desprecio al que piensa distinto está al alcance de la mano. Sin saberlo, contribuyen a la autocensura, una autopista para reducir la libre expresión.
Rata Blanca no tenía razón
"¿Qué placer puede dar la mediocridad?", preguntaba Adrián Barilari en una canción de la banda. Suponía, iluso, que no había gusto en la chatura.
Tras la caída de River ante Lanús, el relator Daniel Mollo, partidario de Boca, le llevó al exárbitro Pablo Lunatti un almohadón, la sugerencia de visitar a un proctólogo y una crema para lastimaduras íntimas.
No se niega el derecho a cargar denso a un hincha de códigos semejantes, pero ¿cuál es la necesidad de hacer pública la vulgaridad?
La acción es consonante con la política de TyC de elegir a su informadora meteorológica por sus curvas, no por dar bien el examen sobre isotermas y rotación de vientos.
Hay fiesta en la guarida de la chabacanería.
Novedades
En la clase de Formación para la Vida y el Trabajo, en tercer año del Colegio San Ignacio, los alumnos tuvieron que pensar ejemplos de esta cita de Pedro Barcia:
"Lo último que sale es visto como lo mejor; se importan modas sin crítica ni adaptación".
Esto fue lo que produjo en diez minutos el estudiante Juan Cerutti:



-Sí, coincido, en algunos campos se nota más que en otros, por ejemplo, con el ultimo iPhone X. Este celu tiene peor resolución de cámara que el SG S8, pero como este es el último que salió “es mejor”, aparte de valer el doble. En otros campos también hay ejemplos de esto, por ejemplo, en el futbol. En el mundial de 2014 en la tanda de penales contra Holanda el penal de Messi fue un tiro colocado y bien ejecutado, pero el último penal tirado por Maxi Rodríguez fue un tiro fuerte y al medio. Al día siguiente el “salvador” de Argentina y que se llevó el crédito por la victoria, aparte de Romero, fue Rodríguez, porque él tiró el último penal.