24/11/17



En el aula de ayer
Aguirre me dijo crustáceo”, reclama un niño de quinto grado. La señorita Alicia lo escucha y se ríe. Peralta vuelve a su asiento frustrado por la impunidad y porque no solo Aguirre se divierte a su costa.
La maestra no quiso herir al alumno acusador, si bien dio luz verde al apodo.
Esta lectura se hace más de treinta años después, a la luz de estudios sobre consecuencias de bromas, rótulos y similares modos de reírse de otro.
En 1988, un maestro de taller ve a un estudiante de primer año sujetar la lima en la morza y pasarle encima el material a desgastar. Como mover la cabeza y dejar quieto el cepillo para lavarse los dientes.
El hombre se enoja y da permiso para “30 segundos de capotón”. Los manotazos de los demás llegan con placer para muchos y dolor para uno, que acaba llorando.

Miradas
¿La señorita que festeja el apodo “crustáceo” y el maestro de taller que avala medio minuto de chirlos y coscorrones se equivocan por igual? Tu respuesta es bienvenida. Sugerencias que salen del diálogo de parroquianos sentados a una mesa del bar Siete y medio:
-La tolerancia a la frustración se elabora mediante frustraciones.
-Pero hay frustraciones legítimas y otras injustas.
-Un sobrenombre, de vez en cuando, es humor. Un golpe, no.
-No sé de la escuela primaria, pero de ese taller salieron buenos boxeadores.
-Un alumno socializado entre arbitrariedades soportará mejor a un jefe caprichoso.
-Hasta que un día le haga capotón.
-Reírse de los otros es tan viejo como la humanidad.
-La vejez no legitima maldades.
-El maestro, como autoridad, no puede callarse ante un mote y, menos que menos, confiar que un grupo de chicos va a jugar sanamente a los manotazos.
-Hay formas de humor muy próximas a la maldad.
-Viejo, si no te bancás un “crustáceo”, vas a llorar porque el puré esté frío y cuando le falte sal a la sopa.
-La maestra le dio una lección al acusador: qué tanto buchonismo por un sobrenombre.
-El mensaje es fiero: sufrí callado y no pidás ayuda.
-Sin desprecio no hay humor, fíjate en cualquier chiste.