2/2/18

Bienvenido
"¿Taxi?", ofrece el chofer mientras se sube el cierre del pantalón segundos después de mojar la pared.
Los primeros pasos en Guatemala no son los mejores. La espera rumbo al centro mejora junto a dos chicas amables, auxiliares de venta en el aeropuerto. Guatepeor vuelve a escena en el colectivo, cuyo agujereado piso de chapa deja ver el pavimento y su chofer arrima el recuerdo de la película "Asesino invisible".
Ya en la metrovía, rápida forma de transporte, el aviso que prohíbe el uso de armas en su interior empeora aun más la caída del sol en la capital del país.
Dos días después, la partida es de dulce nostalgia; se acerca el regreso a casa y queda atrás un lugar pobre con bellos templos, plaza central y presidencia de la nación.