Celestiales
Adrián Ramírez ve lienzos celestes y blancos y entra;
los colores sensibilizan especialmente fuera del país. Hay una ronda de
sillas y espacio para el baile. Uno de los músicos responde que sí, es
una fiesta privada, pero lo invita a pasar y nadie lo rechaza.
Es
sábado por la tarde, víspera de 6 de enero, y se celebra la Epifanía en
Cusco, por cuyas calles entonces van y vienen hombres y mujeres con un
Niño de Praga en sus brazos.
El festejo en salones vecinales incluye
canciones, cerveza y comida. Tras unas cortinas se ven bombas de papas.
Ramírez pregunta cuánto cuestan y la contestación es la mano de una
mujer que le extiende una gratis.
La cantante sigue con el estribillo "Nunca, pero nunca, me abandones, cariñito".