15/2/18

Negaciones
Guillermo Jaim Etcheverry señala que la mayoría de los padres asume hace años que la educación argentina está en crisis, salvo en las escuelas de sus hijos.
Tras una investigación relativa a medios de comunicación y violencia infantil, David Buckingham concluye que los padres tienden a expresar preocupación por los posibles efectos de la televisión en otros niños, no en los suyos.
El investigador también verifica que los propios chicos se quitan de sí los temores por las derivaciones de la TV y se los adjudican a otros.
Asimismo, Buckingham sostiene que los padres se inquietan más ante la chance de que la televisión aterre o traume a sus hijos que frente a la eventualidad de que ellos imiten sus contenidos violentos.
Juan Gilberto Funes padecía una severa insuficiencia cardíaca. Un médico dio su visto bueno para que jugara en Boca, muy probablemente sobornado por el empresario a cargo del pase del futbolista.
Como testimonia la revista El Gráfico del 26 de noviembre de 1991, el doctor Alberto Gallo obró con probidad, desaconsejó que Funes siguiera en el ruedo profesional y Antonio Alegre, presidente de Boca en 1990, desistió de la contratación del delantero.
El dinero llenó de mugre a dos personas y casi mató a un deportista, salvado entonces por dos hombres de bien, uno guiado por su honesto saber científico y otro conducido por su sensibilidad, ajeno al rédito político de incorporar a un futbolista carismático.