26/6/18

Todo vale noticioso
Fernando Pacini honra el periodismo. En la última edición de Súper Mitre Deportivo, llamó la atención sobre un asunto a la larga más importante que cualquier resultado de fútbol: los medios y los fines, en este caso relacionados a la caza de noticias y a su divulgación.
Con su voz jamás altisonante, Pacini cuestionó la difusión que la mayoría de los medios de comunicación hizo de conversaciones privadas.
Nobleza obliga, el que suscribe consumió los audios de voces idénticas a las de Diego Simeone y Ricardo Giusti explicando por qué a la selección argentina le cuesta jugar sin sobresaltos y contando qué habas se cuecen en la concentración.
¿Es legítimo que el periodismo explote un diálogo que no lo tenía como destinatario? Algunas respuestas, con cálida bienvenida a las que quieras sumar:
a) Si un reportero está en un cóctel y escucha, porque no puede evitarlo, una charla a pasos de él, ¿cuál es su culpa? Los dos que hablan lo hacen en un contexto donde tendrían que asumir la chance de que los escuche alguien que le pondrá alas a sus expresiones.
b) No es el caso de un mensaje vía whatsapp, correo electrónico o similar de Juan a Pedro. En ese caso, quien se entromete para escucharlo se asemeja a quien abre una carta. Y eso está mal, tanto que es delito. O periodismo, según múltiples publicaciones en los últimos días.
c) ¿Qué pasa si el diálogo entre partes involucra a, por ejemplo, un intendente en plena maniobra fraudulenta? La pinchadura telefónica sigue siendo incorrecta, aunque podría tener una autorización legal; como en la cámara oculta, se consiente un mal para evitar uno mayor.
Algo de esto hay en las wikileaks, filtraciones de documentos estatales y empresariales -desde luego, sin autorización de sus protagonistas- llevadas a cabo para poner bajo escrutinio social aquello que se mantiene secreto, a menudo por causas non sanctas.
Huelga afirmar que ni la más dura goleada en contra de la selección, River o Boca amerita vulnerar la privacidad de una comunicación telefónica entre dos personas.
Sin embargo, eso ha pasado.
Alguien puede plantear: "Bueno, pero si el periodista no lo hizo y simplemente recibió y publicó el mensaje que alguien le hizo llegar, la responsabilidad es de alguien y no del periodista".
Error. Es como comprar un televisor robado.
Y pensar que varios de los que hicieron esto se enjuagan la boca criticando métodos como darles agua con calmantes a los rivales para ganar un partido.
Periodistas como mínimo necios, un mal peor que perder contra Croacia o Singapur.

25/6/18

Caruso Lombardi y el periodismo
Hay personajes que saben estar a la moda. Ricardo Caruso Lombardi es uno de ellos. Sabe que el conflicto es factor de valor noticioso y lo aprovecha para tener presencias televisivas aunque lleve meses sin ejercer como director técnico.
Su compromiso es con el caos, no con la verdad. Por eso es capaz de denunciar box en la selección a miles de kilómetros y sin testigos que le sirvan de fuentes.
Allá él y su examen de conciencia, no muy distinto de tantos que esparcen lo que "dicen las malas lenguas", como si la de ellos no fuera una más.
El problemón de fondo es qué hace el periodismo con Caruso Lombardi. Porque el periodismo sí tiene el deber de constatar antes de publicar. Si no, su rol es llevar y traer versiones sin sustento y seguir con la producción de disputas. Que rinde, prueba de lo cual son los programas de la tarde que se activan ni bien empieza cada temporada de Showmatch, con la diferencia de que ellos están en el rubro farándula/ entretenimiento.
El lío está de moda en casi todas las vidrieras. El periodismo serio, apenas en algunas. Consumirlo es comer golosinas, no obstante algunos escriban en sus etiquetas "alimento sano y natural".

23/6/18

Dilemas
Por Sabina López, estudiante del IPEM 252 de Río de los Sauces

Dilemas que matan. Dilemas que nos hunden poco a poco. Dilemas de los cuales se vuelve casi imposible salir. Hace un par de días que me planteo este tema para decidir entre dos ocupaciones futuras. La primera es una carrera con temas muy interesantes a mí entender y con tareas que realizo desde que tengo uso de razón, una hermosa mezcla entre combinaciones de sabores, tiempos de cocción y presentaciones. Cómo habrán notado mí primera opción es ser chef. La segunda se me presentó hace un par de años, por el amor a la ciencia, a los descubrimientos y a nuestro cuerpo, es un mundo interminable con el que chocamos al comenzar a estudiar biología, sumado a las facilidades que encuentro al explicar estos temas frente a una clase. La licenciatura en biología es mí segunda alternativa. 
Aquí luego de esa descripción de las carreras posibles me encuentro entre el miedo al cansancio de mi mejor hobby utilizándolo como un trabajo y la posibilidad de ejercer en el ámbito educativo a pesar de todas las inseguridades que esto me genera. Escuché reiteradas veces la frase "Uno no se cansa de lo que ama" pero seamos sinceros, a veces a pesar de todo el amor que le tengamos a una persona, queremos alejarnos de ella por un ratito, para descansar. Este es mí dilema, estoy segura de que voy a salir de él, pero también estoy segura de que es un rompecabezas bastante complicado.

21/6/18



¿Te seguirás burlando del policía?
Confundido como muchos nuevos ricos, Jorge Sampaoli quiso desautorizar a un policía que cumplía su función con la frase "cobrás 100 pesos por mes, gil".
¿Te alcanzarán los millones que te paga la Asociación del Fútbol Argentino para comprar algún medio periodístico? Sería la única forma de encontrar alguien que hable bien de vos.
Pediste tiempo de trabajo y diste días libres. Desechaste al mejor arquero en nombre de una supuesta superioridad de Caballero por ser suplente en Europa. ¿Tan poco sabés de fútbol que no notaste los estragos de la discontinuidad aunados a la falta de experiencia en la selección? ¿O creíste que daba igual un suplente sin rodaje albiceleste que Sergio Romero?
¿Nadie te dijo que Cristian Pavón pica a 37 kilómetros por hora y que también colabora en defensa como lo podía hacer Marcos Acuña? Cierto, uno es súperestrella en Portugal y otro juega a cinco cuadras del Riachuelo, donde viven varios que cobran apenas más que 100 por mes.
Paradójico, Sampaoli: cobrás fortunas y te recibiste de pobre tipo.

Menotti y Sampaoli, semejantes 36 años después
César Menotti dice que de fútbol sabe el 5 por ciento de los periodistas y luego acusa malinterpretación: que es el 95 por ciento, tal se refleja en una entrevista de Juan José Panno en El Gráfico titulada "Menotti: entre la guerra y la paz". Semanas después, tras caer 3-1 ante Brasil en la segunda fase, la Argentina se va del Mundial de España con dos victorias y tres caídas. Y un agravante terrible: no haber sabido aprovechar a Maradona a los 21 años cuando aún no eran irreconciliables sus diferencias con Ramón Díaz.
Jorge Sampaoli viaja a Europa para enseñar a los futbolistas sus ideas, tan grandes que no caben en un teléfono móvil. Se resiste a aprender de los errores y da por buena la actuación de Caballero en el 1-6 ante España. Insiste con Javier Mascherano como Menotti con Luis Galván.
Aquella vez, Menotti se quedó en España, no volvió con el plantel cabizbajo, y solo se fue de la selección porque la Asociación del Fútbol Argentino se negó a renovarle un contrato multimillonario. Sampaoli puede superarlo, regresar junto al grupo al que no supo conducir y presentar la renuncia, que bien debieran firmar al pie varios futbolistas.

Argentina, Barcelona: ¡qué lejos están!
-Doctor, tengo mala suerte. Mis 25 novias me fallaron.
-¿Veinticinco? ¿No será mucho para hablar de mala suerte?
-¿Usted también me falla? Cambiemos de psicólogo.
-Como quiera, pero le queda media hora de esta sesión. ¿Qué más quisiera decirme?
-Cuando vamos al café donde paro siempre, las palabras con mis novias me fluyen como el más bello de los ríos. Pero cuando vamos a su casa, aunque me diga que me sienta como en la mía, no tengo la misma soltura.
(Del libro de sueños de Lionel Messi).

15/6/18

Ataque de sinceridad
Por Sabina López, estudiante de sexto año, IPEM 252 de Río de los Sauces
Pensando y repensando modos, formas o enfoques de la vida con redes sociales me encuentro en una laguna sin poder centrarme en otra cosa que no sea indignación y autorretratos.
Procedo a aclarar que soy parte de ese nefasto grupo de personas que postea cosas sin sentido, que pierde su tiempo y que está atento a lo que dicen los demás integrantes de este universo. Dicho esto, aquí van mis planteos y auto-respuestas:
Somos seres sociales que necesitan de la interacción con otros para poder mantenerse cuerdos, por lo tanto, ¿Por qué interactuar a través de un monitor/móvil si podemos hacerlo personalmente? En lugar de postear “mis mates hoy fueron mejores que los de ayer” vayamos a la plaza a tomarlos con un grupo de amigos y que estos lo digan o invitemos a alguien a probarlos.
Busco la forma de ser comprensiva con este caso y no la encuentro… A menudo encontramos escritos tipo “te extraño” o “tengo ganas de hablar con vos” (insisto en mi severidad y hago mea culpa de lo expresado) sin tener un destinatario etiquetado, como si la persona a la cual va dirigido en cuanto lo lea se identifique y realice toda acción añorada. Actuemos para que esto cambie, no ganamos nada comentándole al mundo que extrañamos a una persona.
Un común de la población desganada en la que vivimos hoy es “odio mi trabajo”, “necesito vacaciones” o “ya estoy harto de todo”. Noto que hay días pesados, pero intentemos empatizar con los demás, encontramos reiteradas veces a personas en peor situación que nosotros y con una sonrisa de oreja a oreja sin renegar, aceptando lo que les toca. No obligo a nadie a ser feliz pero solo quiero generar algo de conciencia y conformidad, la mayoría de nuestras quejas son por cosas insignificantes, que seguro en un tiempo se solucionan.
Luego de este descargo puedo divisar tres puntos positivos de las redes sociales cargadas de hechos triviales y tres argumentos o consejos para tener en cuenta:
1_ No somos ni vamos a lograr ser personas individuales. Necesitamos de un grupo de gente que física o psicológicamente nos acompañe y esto logra el estar conectados. En una época de individualismo puro notar esto da un poco de esperanza para el futuro. Si bien no lo hacemos conscientemente las publicaciones son para que otra persona vea que existimos y que realizamos actos, que nos superamos.
2_ Genera conexiones y nuevos amigos. En varias oportunidades nuestras trivialidades llegan a gente que se encuentra interesada en estas o simplemente coincide en el gusto por la actividad/opinión que publicamos. Esta es una buena excusa para comenzar una conversación y así, tal vez, conocer personas o conseguir un trabajo, quién sabe…
3_ Ayuda al autoconocimiento. Parece mentira, pero no, postear tonterías sobre lo que hacemos y lo que no, leyendo también las actividades de las personas que seguimos, generamos incertidumbre sobre si me gustaría o no realizar esta acción. Descubriendo nuevas metas y objetivos para cambiar la rutina.
A_ Empatizar. Es algo costoso y voluntario, poder notar lo que la gente que nos rodea siente. Si logramos esto, transfiriéndolo, estamos enseñando el sentido de la solidaridad, y a su vez dejando de lado ese corte individualista. Cambiar personalmente para así ayudar a cambiar a la gente que nos rodea, emitiendo una preocupación social y evitando problemas.
B_ Corregir. Dentro de las fases del autoconocimiento esta también la auto evaluación, ser crítico con uno mismo. Tomémonos el tiempo de leer nuestros posteos, pensar por qué puse eso; es algo útil que ayuda a ser razonable antes de escribir. Autoconocimiento, autocrítica y autocorrección. Conocerse, evaluarse y corregirse.
C_ Liberar. Soltar esos miedos que nos atan a no tomarnos una tarde libre, a no escribirle a esa persona que extrañamos, etc. Dejar de estar enjaulados entre las rejas de la apariencia y mostrarnos tal cual somos, sin miedos ni máscaras. Somos seres hechos para fallar aprendiendo de estos errores, pero esto en la vida real, evitando todo estereotipo de redes sociales y marketing.
Como cierre de este texto creo que sería útil tomar cada frase que decimos, cada problema que se nos presenta o cada idea que nos planteamos, deconstruirlo teniendo en cuenta el valor que le damos a esto y verlo reflejado en todas sus formas. Así, casi nunca tendremos un entorno totalmente negro. 
Uno a uno o agremiados
Por Emilia Kammerath, Tomás Lacoste y Zoe Monasterio, estudiantes de tercer año, colegio San Ignacio
Después de leer “Poquita cosa” podemos decir que los gremios son agrupaciones muy importantes, y en la mayoría de los casos efectivos, porque ayudan a gente como Yulia a mejorar sus condiciones de trabajo, a que sus derechos sean cumplidos y su sueldo sea el merecido. Podemos ver, en este cuento, dos clases sociales muy diferentes entre sí, ya que el hombre es una persona adinerada con altas chances de vida (para él y para sus hijos), mientras que la mujer es poco adinerada y necesita urgentemente el dinero por el que trabaja. Actualmente, en nuestro país, aunque estas situaciones no son tan frecuentes como antes, siguen pasando, pero gracias a movimientos sociales como “Ni una menos”, como ya dicho, no son tan seguidos. Mujeres en un movimientos así suelen haber pasado por momentos similares al de Yulia, pero a diferencia de ella estas chicas/señoras decidieron combatir contra los que no respetaron sus derechos. “Poquita cosa” nos transmite el poder capaz de tener un hombre, en la sociedad sobre una mujer y cuánto puede llegar a afectarle la vida. Esta sociedad llamada patriarcado está siendo tratada de sacar para formar una vida social más pareja de acuerdo al poder entre géneros, lo cual ayudaría de una forma muy grande a mujeres como Yulia Vasilievna.

11/6/18

Que termine pronto el Mundial
Una publicidad de televisores hace escuchar el himno nacional argentino en ruso. En el mismo mensaje, confundiendo ocurrencias con ideas, se muestra a dos personas que hacen dedo para ir a Moscú.
En el programa "90 minutos de fútbol", los campeones 1978 y 1986 Daniel Bertoni y Oscar Ruggeri se tiran dardos. Que a ustedes los salvó Maradona, que nosotros fuimos campeones invictos y ustedes no. Para qué unirse pudiendo pelearse.
Como si fuera poco, aunque son los jugadores argentinos quienes suspenden por temor un partido pactado ante Israel, Claudio Tapia, digno heredero de Julio Grondona, pretende convencernos de que la cancelación del cotejo fue un aporte que hizo la Asociación del Fútbol Argentino a la paz mundial.
Como decía Piero en contextos por cierto peores: "Ay, país, país, país".

5/6/18

Claves
Cada tanto aparece en los chistes un mago que admite tres deseos. La gracia radica en lo mal que se usan los primeros y en que el remate -con suerte- deja todo como al comienzo.
En "Las tres preguntas", León Tolstoi muestra a un hombre poderoso que, sin embargo, se revela débil frente a algunos interrogantes. Lo carcome no hallarle respuestas, acaso porque esperaba que estuvieran escritas en un manual ni las infería en los hechos.
Encumbrado, aunque no tanto para rendirse ante la soberbia, decide consultarle a un sabio.
La lectura de este vínculo, https://ciudadseva.com/texto/las-tres-preguntas/, contesta cómo termina la historia.

Quién sabe
"Pobres gentes" no es un tratado de León Tolstoi relativo a prejuicios, si bien los expone bella y categóricamente.
Una mujer encuentra a dos niños desamparados en una vivienda vecina. Tiene cinco hijos y la comida falta más veces de las que sobra. El marido está de pesca y ella, aunque teme su ira, los lleva a su hogar.
La espera es dolorosa, como el sobresalto que la golpea cuando él llega. La canasta vacía y las redes rotas presagian una tormenta bajo techo. ¿Se cumplirá el pronóstico? https://ciudadseva.com/texto/pobres-gentes/

Límites
¿De qué depende la aceptación de la adversidades? Son múltiples los motivos.
Algunos, desacostumbrados a morder el polvo, se violentan cuando el ómnibus demora 30 segundos. Otros asumen que el destino o quien se les cruce tienen derecho a maltratarlos cuantas veces quieran. "Poquita cosa", de Anton Chejov (https://ciudadseva.com/texto/poquita-cosa/), representa esta tendencia.
Una mujer que aprende a igualar trabajo a penurias, relación de dependencia a sumisión ante abusos, recibe sin quejarse uno y varios descuentos a su sueldo.
El cuento parece exagerar la nota. O acaso ésta sea la cómoda lectura de un asalariado al cobijo de un gremio potente.