5/6/18

Claves
Cada tanto aparece en los chistes un mago que admite tres deseos. La gracia radica en lo mal que se usan los primeros y en que el remate -con suerte- deja todo como al comienzo.
En "Las tres preguntas", León Tolstoi muestra a un hombre poderoso que, sin embargo, se revela débil frente a algunos interrogantes. Lo carcome no hallarle respuestas, acaso porque esperaba que estuvieran escritas en un manual ni las infería en los hechos.
Encumbrado, aunque no tanto para rendirse ante la soberbia, decide consultarle a un sabio.
La lectura de este vínculo, https://ciudadseva.com/texto/las-tres-preguntas/, contesta cómo termina la historia.

Quién sabe
"Pobres gentes" no es un tratado de León Tolstoi relativo a prejuicios, si bien los expone bella y categóricamente.
Una mujer encuentra a dos niños desamparados en una vivienda vecina. Tiene cinco hijos y la comida falta más veces de las que sobra. El marido está de pesca y ella, aunque teme su ira, los lleva a su hogar.
La espera es dolorosa, como el sobresalto que la golpea cuando él llega. La canasta vacía y las redes rotas presagian una tormenta bajo techo. ¿Se cumplirá el pronóstico? https://ciudadseva.com/texto/pobres-gentes/

Límites
¿De qué depende la aceptación de la adversidades? Son múltiples los motivos.
Algunos, desacostumbrados a morder el polvo, se violentan cuando el ómnibus demora 30 segundos. Otros asumen que el destino o quien se les cruce tienen derecho a maltratarlos cuantas veces quieran. "Poquita cosa", de Anton Chejov (https://ciudadseva.com/texto/poquita-cosa/), representa esta tendencia.
Una mujer que aprende a igualar trabajo a penurias, relación de dependencia a sumisión ante abusos, recibe sin quejarse uno y varios descuentos a su sueldo.
El cuento parece exagerar la nota. O acaso ésta sea la cómoda lectura de un asalariado al cobijo de un gremio potente.