Para más de uno, "Simplemente no te quiere" puede ser una película dulzona. Para otros, una película larga. No faltan quienes la consideran una pieza para reflexionar durante y después del buen rato que depara.
A continuación, hilo que dejó su carretel:
“Simplemente no te quiere” es una verdad que a menudo preferimos ocultar con mentiras y excusas, entre otros sustitutos de la tristeza que resulta de asumir algunas situaciones.
Al cabo de siete años de noviazgo con un hombre que desestima el valor del matrimonio como compromiso, el personaje de Jennifer Aniston asegura: “Los tipos que dicen no creer en el matrimonio te dejan y a los seis meses se casan con una de 24 años que vieron en el gimnasio”.
En la misma película hay tanta tela para cortar que se podría dar trabajo a cientos de tenderos. La influencia que sobre nuestras lecturas ejerce la posición en la que vivimos tiene éste, entre otros botones de muestra: el esposo le confiesa a la mujer que la estuvo engañando. Lo hace con la expectativa de que así se corte el matrimonio, lo cual no sucede. Ella, al hablarlo con una amiga, dice: “Me lo contó él mismo, no esperó a que lo pescara, eso requiere valor”.
Hablando de valor, al fulano ni se le ocurre terminar con el matrimonio al notar que su esposa, engañada y todo, considera que corresponde seguir.