-Son un saco ’e guano.
-¿Qué dijo el tío?
-Que los jugadores son un saco de guano.
-¿Y qué es eso?
-Que no sirven pa’ bosta.
-¿Y por qué el lo dice distinto?
-Porque… no sé, qué sé yo. Tu tío es un personaje. ¡Y los jugadores son unos hijos de puta! Habría que agarrar una pinza y… Bue, vamos que tu madre nos espera.
-¿El tío viene con nosotros?
-No, se queda en el bar del club a seguir hablando con otros hinchas. Pobre.
“Por eso, Lucas, si te casás, las broncas del fútbol se te hacen más cortas”, le faltó decir.