Espejados
Era una tarde de sábado de 1993 en el estadio Chateau Carreras de Córdoba. Banfield se imponía por penales a Colón y lo dejaba sin ascenso a Primera. La alegría volvía al sur del Gran Buenos Aires y la tristeza regresaba con veinte mil hinchas rojinegros a Santa Fe.
Diecinueve años más tarde, el fútbol volvió a encontrarlos. No era una final, aunque sí resultó un cotejo definitorio: por la última fecha del Clausura 2012, Colón se impuso 3-0 y Banfield descendió de local a la B Nacional.
Otros auspiciantes, otros futbolistas, otros técnicos. Las mismas lágrimas rodando por otras mejillas.