Un Pancho que hace bien
Boca perdió de local 5-2 ante River por el Metropolitano de 1980. Ya que el resultado había sido adverso, el machismo daba para tomar desquite mediante regias patadas o piñas que despiertan aplausos y ovaciones de los hinchas.
Sin embargo, Francisco Pedro Manuel Sá, zaguero central de Boca, prefirió no revolearlo a Ramón Angel Díaz. Varias veces que lo tuvo cerca, Sá lo frenó a los abrazos; cometer falta sí, lastimarlo no.
Hubiera sido entendible que le pegara una murra al riojano delantero millonario, que le entrara duro en los tobillos: "Este pibe me va a respetar, máxime si jugamos en casa", habría sido el mensaje implícito.
Pero Pancho Sá elegía ser bueno hasta con los adversarios en un superclásico.