24/1/14

Dolor, suspenso, ascenso  
Opere Tío, opere!". El ruego partió de la tribuna. El delantero de Charrense avanzaba por el otro lado dispuesto a poner el 2-0. A Alberdi le hacía falta la victoria para mantenerse en el lote de los que podían pasar a la siguiente ronda de la Primera B de la Liga Regional de Fútbol. El Tío Gauna, zaguero central e hincha de Alberdi, aprovechó que en 1984 no existía la ley del último recurso, por la cual corresponde tarjeta roja a quien comete falta ante ocasión manifiesta de gol.
La consecuencia fue un grito de dolor que se oyó nítido aunque el jugador visitante estaba a más de 50 metros.
A cinco minutos del final llegó el 1-1 con el que concluyó una fría tarde de sábado en el barrio que por entonces quedaba del otro lado del paredón del ferrocarril riocuartense.
Semanas más tarde, fruto de los altibajos tras un comienzo bueno, Alberdi debió afrontar un desempate a partido único con Sportivo Reducción. Fue 4 a 0 en la cancha de Municipal, lugar donde por la última fecha del año siguiente habría de zafar del descenso ante su relajado anfitrión, que había evitado perder la categoría la semana anterior. 
Sufrido como pobre sin subsidio, Alberdi arrancó la segunda etapa de la B 1984 con el paso cambiado. La consecuencia fue la necesidad de ganar los dos últimos cotejos como local. Cumplido el primer objetivo, en una tarde de llovizna recibió a Los Incas de Achiras. La presión sobre el arco que da a la calle Sarratea exigió varias atajadas del arquero Bonacci, incluida un penal a Talloni, marcador central de Alberdi capaz de tirar con potencia y dirección desde 35 metros.
El tiempo se consumía como el maní en cáscara y las uñas entre los hinchas.
Al minuto 90 hubo otra infracción en el área visitante. Esta vez tomó la pelota El Tío Gauna. Remató y estampó el 2 a 1, con ese tinte de hazaña de las victorias sobre la hora y bajo cielo gris.
Quedaba cada vez menos tiempo para concluir el certamen y eran otras épocas, por lo cual se decidió que en un mismo día Talleres de Las Acequias, Los Incas de Achiras y Alberdi disputaran un triangular cuyos dos primeros continuarían la carrera hacia Primera A.
A las 10 de la mañana dominical, Alberdi doblegó a Los Incas por 2 a 1 en Banda Norte y se dio la lógica: Talleres, descansado, por la noche superó en el estadio de Estudiantes a Los Incas, que dejó Río Cuarto con la fatiga de dos partidos en 12 horas y la frustración por no subir de categoría.
Eran equipos parejos Alberdi y Talleres de Las Acequias. Por eso las finales por el único boleto a primera registraron idéntico resultado. Con la tranquilidad del 1-0 en casa, Alberdi afrontó la revancha, en la que volvió a imponerse.
Cuentan que hinchas de Talleres vendieron cara la derrota y que enfrente no les pusieron la otra mejilla. Entre manotazos, patadas y algún que otro garrotazo se acabó la Primera B de 1984.
Alberdi, dirigido por Pinocho Alaniz, regresó a la A.