Confiá, después contame
¿Qué es más descabellado: pedir sin garantías un préstamo bancario o amenazar con hacer cornudo al gerente que no quiere darlo?
Jorge Marrale y Jorge Suárez son los protagonistas de El Crédito, una comedia tras la que aparecen dramas, entre ellos el de un hombre que toma apuntes de las palabras para reconquistar a su mujer y, lo peor, ¡cree que eso alcanza! La consecuencia son frases dichas sin frescura a las que encima arruina el inconsciente, siempre listo para descubrir las verdades que las técnicas pretenden ocultar.
La doble moral es otro de los temas que afloran. El gerente protagonizado por Marrale considera terrible la presión del necesitado Suárez y las distingue de las solicitudes hechas "con dignidad" por quienes se arrodillaron o se sacaron el corpiño con tal de conseguir la plata.
La sugestión juega su partido. Antonio, el extraño pobre de Berazategui, le advierte que una vez que su mujer lo abandone, el gerente tendrá que ir a vivir solo a un barrio que es el mismo al que se mudó el separado hermano del bancario. "Vos conocés a mi familia", se asusta Marrale y no hay manera de que crea que fue pura coincidencia. Desde este momento, el poder cambia de manos. Débil, el personaje de Marrale empieza a admitir realidades. Lo que minutos antes presentaba como una relación de pareja sólida se ve tal cual es: un vínculo a punto de hacerse mil pedazos por el que le pide por favor a Antonio que lo ayude a cambio del crédito. Los dos saben que no hay garantías de éxito en ninguna de las operaciones.