Hacia la independencia
Al pensar en un mensaje radiofónico cercano a 2 minutos dirigido al
público en general, esto realizaron Graciela Hoyo y María de los Angeles Flores, del Programa
Educativo de Adultos Mayores.
El camino a la independencia comienza a partir del 6 de mayo de 1815. Se redacta el Estatuto Provisional que limita a un año el cargo de Director Supremo. Se convoca a un congreso que se reunirá en Tucumán para decidir la forma de gobierno y la declaración de la independencia.
Este comienza a sesionar el 24 de
marzo de 1816 con la participación de 35 diputados de todas las provincias
excepto las que estaban controladas por Artigas, que no asisten por diferencias
políticas.
Al fin llega al martes 9 de julio de
1816. A las 2 de la tarde comienza a sesionar bajo la presidencia de Narciso
Laprida. El secretario Juan José Paso preguntó si querían que las Provincias de
la Unión fuesen una nación libre de los reyes de España y sus sucesores y la
metrópolis. Todos aprobaron.
San Martín estaba al tanto de
gestiones secretas de algunos congresales y del propio Director Supremo a
entregar estas provincias independientes de España a Portugal o Inglaterra. Por
lo tanto al Acta de Independencia y a la fórmula de juramento “sus sucesores y
metrópoli” se le agrega “de toda dominación extranjera”.
Se había dado un gran paso tras seis
años de avances y retrocesos, de mucha lucha y sangre derramada, de decididos e
indecisos, pero la independencia era formal y exclusivamente política.
En lo económico seguíamos dependiendo
de nuestra gran compradora: Inglaterra. Una clase social parasitaria
dificultaba el progreso nacional. Pequeñas industrias regionales no podían
competir con productos importados más baratos. La superioridad económica y
financiera de Buenos Aires influenciaba sobre cualquier gobierno nacional, por
lo tanto las otras provincias trataban de conservar su autonomía económica,
fiscal y política. Esta lucha transcurriría durante los próximos años de la
Historia Argentina.
Y podemos decir también que los
préstamos monetarios internacionales, lapidados por malos gobiernos, nos hacen
un país “dependiente”. Nación libre, una utopía.
Bibliografía consultada: "Los mitos de la historia argentina", de Felipe Pigna.
Bibliografía consultada: "Los mitos de la historia argentina", de Felipe Pigna.