Malos momentos
Quien no ha vivido ratos fieros no ha pasado por la vida. Motivos sobran: de un impuesto mal cobrado a un desengaño, pasando por un trato descomedido, una situación embarazosa, culpas, un billete falso, una injusticia padecida ante payasos munidos de poder, un desaire, un choque, un teléfono celular incapaz de sostener una llamada más de 10 segundos, una enfermedad...
Lo que sigue es parte de un diálogo tan breve como jugoso entre Roberto (Alfredo Casero) y Cecilia (Soledad Villamil), compañeros de terapia en la emblemática serie "Vulnerables".
Huelga decir que ambos venían mal parados y se toparon con que la sesión se había cancelado. La primera en enterarse es Cecilia. Roberto reacciona preguntando:
-¿Y a Jimena quién le avisó?
-Guillermo.

-Ah, si le avisó a Jimena, ¿por qué no me avisó a mí?
-Bueno, yo qué sé. A mí tampoco me avisó.
-Encima que no me dan un carajo de pelota, me quedo teniéndoles la vela a todas las boludeces que dicen...
-Me parece raro porque a Guillermo lo vi esta semana en una sesión individual.

-Ah, ¡vos lo viste en una sesión individual! Mirá vos, ¿qué es: una prostituta? ¿Qué, venís y le pagas? ¿Cuánto le pagás vos? ¿Me querés chorear el médico? ¿Me querés chorear el médico?
-Mirá, Roberto, yo tengo problemas muy serios, ¿entendés?, como para estar hablando pelotudeces acá.

-Qué boquita, qué boquita tenés, mirá qué fina que sos.

Si te sirve, son bienvenidas tus catarsis.

Oh, qué será
"Mi gran duda es...". Así empezaba la frase que la profesora de Filosofía les encomendó completar a los alumnos en 20 minutos. Transcurridos entre quejas los cinco primeros les dijo: "Quedan 15, sean inteligentes" y se sentó a leer. Al ratito se puso de pie, consciente de que estaba a punto de dormirse. No habría de descubrir las reelaboraciones de aquellos que le mandaron el trabajo por correo electrónico, sí de los que optaron por escribir -y tachar varias veces- con birome.
Julieta García, que ya no mordisqueaba el capuchón, juntaba en el entrecejo los dedos de la mano derecha y cerraba los ojos cuando no le salían las cosas. Luego de dos gestos así entregó esta hoja:
"Mi gran duda es por qué algunos exámenes me ponen tan nerviosa, a pesar de que me gustan los temas y estudio. Supongo que tendrá que ver con mis aspiraciones; si me presentara como quien no quiere la cosa, los viviría sin tanta tensión. Malas noticias: me tomo en serio hasta un juego.
Aunque pensándolo bien, mi gran duda es si dos personas así podrían llevarse bien juntas", agregó pensando en Adrián Ramírez.

Raras verdades 
Joseph Blatter asegura que son honestos y transparentes los procedimientos de la FIFA para decidir en qué país se juegan los mundiales de fútbol. A continuacion, otras expresiones más o menos creíbles:
-La reina Máxima aparta el tenedor y el cuchillo que le dan para comer la manzana y dice: "Basta de mariconadas".
-Jacobo Winograd diserta acerca del valor del trabajo para enaltecer la vida.
-Un paciente le regala flores a su odontólogo y recibe a cambio un balazo por cada pétalo.
-Un caníbal atibuye su indigestión a la rúcula.
-Barras bravas se unen para cantar "Démosle una chance a la paz".
-"¡Real envido!", grita un profesor al despertarse sobresaltado en una reunión.

Alfajor desparejo

Afección  
Julieta fue a ver a la doctora Marisa por un dolor de garganta. Temía una laringitis porque, según el diagnóstico anterior, "los bichos se aquerencian en un lugar distinto para cada persona". Había calculado lo que le costarían los remedios y volvió a rumiar la bronca por no tener obra social.
"Vos estás atragantada", escuchó. "¿Con qué? No comí pescado, no tragué chicles, siempre corto la carne en pedazos chicos...".
"Tenés palabras atragantadas", fue la réplica.
Adrián Ramírez, que no había ido al médico, estaba igual.
Dos meses después, los dos seguían sin decirse la atracción mutua que sentían.

Decepción
Supo la verdad ni bien vio su nombre en el celular. Se reservó una ínfima esperanza. Lo escuchó. Quiso pensar que luego le diría que era una broma. Al final, era cierto que su hijo se había hecho hincha de Huracán.

 

Fin de la magia
Julieta García tenía que referir al carácter necesariamente publicitario de los títulos de muchas notas periodísticas. Recordaba a Alfonso Gaido, su profesor predilecto, decir que “así como los negocios ponen sus productos más atrayentes en el escaparate, los diarios hacen lo propio con los títulos de las noticias”.
Para uno de los prácticos relativos a humoradas, la alumna escribió: “En la CNN, un artículo se titula ‘Los sorprendentes beneficios de no hacer nada’, lo cual estimula a seguir leyendo. La frase siguiente es el pie de foto: “Más y más gente se está dando cuenta de que hacer pausas aun solo por cinco minutos puede ayudarlos a ganar perspectiva y productividad”. Visto este texto, quienes habían celebrado el título dejaron de leer”.

Canje

Anudar significaba atar, fueran sogas, cordones de zapatillas o corbatas del uniforme escolar. Era tensar lo que estaba flojo, unir lo separado. Con los años, pasó a representar la concreción de negocios y de alianzas políticas. No es cierto que le cayera mal la palabra cuando la pronunciaba su hijo, Benicio. Tampoco es cierto que le molestara el contraste entre esa inocencia, suya en otra época, y su actual sentido. Ni es mentira que de vez en cuando el choque lo dejase con la sensación de un cambio mal hecho.

Notas vitales
Joe Cocker canta “You’re so beautiful to me”. No hace falta saber inglés para darse cuenta de que la hermosura está presente. Adrián Ramírez busca sin encontrar el momento en que escuchó el tema por primera vez. Sabe que fue años atrás, cuando el futuro todavía entrañaba elecciones de carrera y la jubilación era pura lejanía.

De aquellos tiempos datan sus fantasías de trabajo para Médicos sin Fronteras, más guiadas por una película que por el proceso de orientación vocacional. Por entonces, “Dust in the wind” le sonaba más melancólica y aún lo hacían llorar algunas derrotas de Boca y el no de quien le diera el primer sí en Bariloche.

“You’ve got a friend”, descubierta por el amigo rockero del pelo hasta cerca de la cintura, significó el goce por la dulzura de Carole King y por el virtuosismo de JAF para enaltecerla desde su versión en español. Fue la vía para conectarse con la joven que le deparó días luminosos de ilusión y grises.

Ya en la adultez, por lo menos la biológica, los ojos se cerraron para aumentar el placer de “She” en la voz de Charles Aznavour.

Hoy no hace falta revolver cajas para dar con el cassette que tenía varias de las canciones que marcaron sus épocas. Tampoco es necesario bajar el volumen de la radio cuando pasan “You’ve got a friend”. Youtube y el tiempo facilitan y cicatrizan.

Un ratito de Zapata

En quince minutos de clase, Milagros Alarcón (cuarto año, colegio San Ignacio) escribió esto respecto de Emiliano Zapata, a partir de lo que buscó en Wikipedia y lo que elaboró desde la consigna de identificar conceptos de sociología.

Emiliano Zapata Salazar fue un general. En cuanto a su rol, completó 9 años de servicios y formó parte de una importante cruzada moral en México, contexto donde desarrolló sus acciones.
El fue uno de los líderes militares y campesinos más importantes de la revolución mexicana. Por lo tanto, fue visto como la autoridad del Ejército Libertador del Sur. Ellos han dado luchas en términos de movimientos sociales, pero las han desarrollado como grupos de presión.
Esto fue causado por la marginación de los campesinos y personas de clase baja en general a manos de la burguesía.
Lo dicho muestra la alta fragmentación en México. Y también la inequidad, porque la gente de clase alta gasta un montón de tiempo haciendo nada y tiene un montón de beneficiós y también son ricos, lo cual no ocurre con el campesinado, que trabaja gran cantidad de horas por un ingreso escaso que no le permite la movilidad social ascendente, y no tiene suficiente tiempo libre. Esto revela que según la riqueza es la clase social y dependiendo de la clase social, la cantidad de tiempo libre.
Emiliano Zapata llevó adelante estos movimientos sociales porque quería terminar con que la clase baja fuera el chivo expiatorio y objeto de discriminación.
El quería aumentar la movilidad social, deseaba parar o disminuir la movilidad de corto rango y desplegar de un mejor modo la meritocracia.

Rondas infantiles
Naciones desunidas comparte este material para el sano crecimiento de los niños de Occidente.

"Sopita y a la cama
te dan un palizón,
el abu en la mano
ya tiene el cinturón".

"Querido niño mío
tú tienes que aprender
esa mujer, mi suegra
en escoba vuela bien".

Malpensados
-Pero ¿vosotras la habéis visto con otro?
-Nosotras no, pero las gentes sí.
El diálogo entre lavanderas (en la obra "Yerma", de Federico García Lorca) sintetiza la maledicencia, tenida por clarividencia.
Alguien habla pestes de una persona y se ampara en testimonios ajenos a los que da por buenos. En un momento, un hecho le da pie y consolida sus afirmaciones. Luego, la voz socarrona: "¿Ha visto? Yo te dije".
Huracán perdió, como lo ha hecho casi partido de por medio en los últimos quince años. Sus chances de volver a Primera siguen cayendo, a la vez que continúan existiendo toda vez que suben cinco de once equipos.
El 0-3 ante Sportivo Belgrano de San Francisco, contrapuesto a la clasificación a semifinales en Copa Argentina, es a los ojos de algunos hinchas de Huracán la prueba de que el club optó por perder el ascenso en el mano a mano con Independiente. El negocio, según explican en los foros de Internet, fue así: "Ustedes se quedan en la B Nacional, pero a cambio la AFA les permite avanzar en la Copa".
Los suspicaces de siempre no aclaran que en la Copa se avanza con solo empatar un partido y superar al rival por penales, ni justifican cómo se opta por un torneo que a los hinchas no les interesa casi nada y que al club le otorga menos dinero que jugar en Primera. Lo que dejan entrever es que tal vez el presidente de Huracán fue quien ganó con este arreglo.

Desde luego que en el poder suceden hechos que la mayoría ignora. Ahora bien, ¿no se les está yendo la mano a los que condenan a Alejandro Nadur, presidente del club?
Yerma no engañaba a su esposo, si bien es cierto que tampoco lo amaba.
Pucha, los hinchas desconfiados van a leer la frase anterior y encontrarán otro motivo para decir porquerías de Nadur.