Alfajor desparejo
Afección
Julieta fue a ver a la doctora Marisa por un dolor de
garganta. Temía una laringitis porque, según el diagnóstico anterior,
"los bichos se aquerencian en un lugar distinto para cada persona".
Había calculado lo que le costarían los remedios y volvió a rumiar la
bronca por no tener obra social.
"Vos estás atragantada", escuchó. "¿Con qué? No comí pescado, no tragué chicles, siempre corto la carne en pedazos chicos...".
"Tenés palabras atragantadas", fue la réplica.
Adrián Ramírez, que no había ido al médico, estaba igual.
Dos meses después, los dos seguían sin decirse la atracción mutua que sentían.
Decepción
Supo la verdad ni bien vio su nombre en el celular. Se reservó una
ínfima esperanza. Lo escuchó. Quiso pensar que luego le diría que era
una broma. Al final, era cierto que su hijo se había hecho hincha de
Huracán.