31/1/16

Hidalgos rivales
En la primera rueda de la temporada '85/86, Independiente superó 3-0 a Boca en la Bombonera. La diferencia se estableció en el primer tiempo y pudo aumentar de no mediar atajadas de Hugo Gatti. El final fue con la hinchada xeneize demostrando su amor "aunque ganes o pierdas". Tan grande fue el aliento que Hugo Villaverde, recio zaguero central de Independiente, se detuvo a aplaudir al público. Siendo un hombre poco afecto a dar declaraciones, expresó a la revista El Gráfico que los cánticos lo habían conmovido.
El gesto cobra más valor si se contempla que Villaverde no era un tierno. Años después, en una entrevista con la misma publicación, Carlos Enrique, lo recuerda como a uno de los compañeros a quienes no convenía hacerle bromas por lo mal que las tomaba.

Heroico gesto

Rubén Insúa
jugaba en Estudiantes de La Plata cuando arriesgó su pellejo para salvar a adversarios de los ataques de embravecidos hinchas de su equipo. Fue una tarde de 1987 en la que Boca, dirigido por César Menotti, visitó a los platenses para completar un partido suspendido a fines del año anterior, también por incidentes.
Menotti, enemigo de Carlos Bilardo, técnico de la selección argentina y emblema estudiantil, fue recibido entre bombazos de agua y golpes en lo que tiempo después pasaría a conocerse como "zona liberada". Por negligencias o inocencias increíbles en el operativo, el plantel xeneize se vio expuesto rumbo al vestuario a barras locales que hicieron foco en Menotti, quien sacó un arma que quedó en la leyenda: testigos afirman que era de fuego, pese a que fue de juguete la que se encontró en el allanamiento al vestuario .
Por detalles del incidente, vale la pena leer imborrableboca.blogspot.com.ar o revisar un ejemplar de El Gráfico.
Lo que desde aquí se enaltece es el gesto de Insúa. A lo mejor se metió a defender porque junto a Menotti iba el delantero Jorge Rinaldi, amigo suyo desde que jugaban en San Lorenzo. O lo hizo para socorrer a quien, en minoría, padecía un abuso de poder que bien podía costarle muy caro. No pensó Insúa que su intervención acaso implicaría ponerse en contra a la barra de su club.
Minutos después, Boca se impondría 3-1 para trepar al primer puesto. Mientras tanto, el gesto de Insúa empezaba a quedar en el bronce.