8/8/16

Después de rendir
No se oía nada. Había que esperar. Se suponía que estaban hablando, pero ni siquiera un murmullo se sentía. Sucede cuando son muchos más los que aguardan un resultado que los que deben darlo.
"Pasá, por favor", dijo Delia mientras su cara adelantaba el pesar por una mala nota. Era una profesora estándar, o sea que no se complacía en entregar un 2 en la libreta. Alfredo, su compañero de cátedra, le dio a Adrián Ramírez los fundamentos.
Hubo dos apretones de manos y sonrisas casi rectas, cortas, de tristeza ante el que sufre más.
"En setiembre se rinde de nuevo, dale con fe"
, le dijo Julieta y Adrián sintió un hermoso breve alivio.