14/8/16

Memorable día del niño
Hay errores que nunca se olvidan. Para el día del niño de 1987, la iglesia Santa Rosa armó un torneo de fútbol a la misma hora en que Alberdi recibía a Estudiantes por un minicertamen clasificatorio al Interligas de Córdoba.
Adrián Ramírez optó por quedarse a jugar. Sus compañeros ocasionales no llegaban y se hacía la hora de empezar. Pasó a otro equipo y mientras avanzaba su encuentro fueron acercándose los atrasados, que le recriminaban haberse ido a otro bando.
Alberdi se lucía con lo que podía: garra y fervor. La multitud que llenó la cancha estaba satisfecha y vivió su fiesta peronista con la presencia de José Manuel de la Sota, cuyo agregado artificial de pelo se veía con nitidez desde el quinto escalón de la tribuna.
La celebración fue histórica pues Alberdi superó 1-0 a Estudiantes y fueron los pobres quienes no pidieron permiso esa vez para gozar.
Entretanto, el improvisado equipo de Adrián Ramírez perdía 2-0 y era eliminado del torneo infantil. El repunte alcanzó para igualar 2-2 y forzar la definición por penales. Fiel a su estadística anterior y posterior, Ramírez falló el suyo y minutos después trataba infructuosamente de despejar su amargura viendo la imitación que un integrante del grupo juvenil de la iglesia Santa Rosa hacía de Minguito en el club El Sol.
Al rato, en su casa, supo de la maravillosa tarde que hubiera vivido de haber ido con su padre a ver Alberdi- Estudiantes. Aprendió Ramírez que elegir y errar son verbos a menudo superpuestos.