Vestigios de gloria del diez
Se ofrece como asesor del técnico de la selección olímpica justo
él, que no quería que nadie le sugiriese cómo hacer asados (por cierto,
se le quemó el que intentó preparar en la Copa de Sudáfrica 2010).
Consumada la eliminación en los Juegos Olímpicos, criticó la conducción
del entrenador Julio Olarticoechea, compañero suyo como futbolista en
tres mundiales. Y eso que el Vasco nada dijo cuando los fracasos de
Maradona frente a los planteles de Mandiyú y Racing, por no hablar del
histórico 1-6 padecido por Argentina ante Bolivia con Diego como
entrenador.
Olvidar todo lo que hizo Diego Armando Maradona como
futbolista es una herejía. Pasar por alto su colección de desatinos es
una complicidad acaso derivada del miedo a la libertad de expresión que
lucha entre la tenaz intolerancia de los fanáticos.