Chino básico
Adrián Ramírez llega de noche a una ciudad donde las calles paralelas son excepcionales. Para colmo, entre subidas, curvas, pasajes y bajadas, el destino se oscurece aun más.
Tras el postre en un comedor chino, pregunta cómo acceder al hotel. El mozo va a la caja, vuelve con una birome y sobre la servilleta le hace un plano. Adrián Ramírez escucha y, para no olvidar, anota la referencia más cercana: "Tondelillo". Sale y sigue las instrucciones recibidas, pese a lo cual en ninguna de las paredes ve el nombre de la calle, menos que menos localiza el hotel.
La llovizna y la niebla persisten. A un par de cuadras está el río.
De pronto, Ramírez sonríe y descubre que el hotel no está en la calle "Tondelillo", sino "donde el río".