Insalvable brecha
Hay creencias funcionales a la mediocridad. Otras ennoblecen.
El domingo, Ricardo Centurión dio por sentado que 20 minutos de su
habilidad no alterarían la derrota de Racing ante River, se enojó con el
entrenador y jugó para darle la razón a su creencia.
Marco Asensio,
que en estos años ha hecho por Real Madrid mucho más que Centurión por
Racing, ingresó desde el banco de suplentes sin desplantes ni desgano y
metió el triunfal 2-1 madridista sobre Ajax en Holanda por la Liga de
Campeones de Europa.
Uno cree que es demasiado bueno para no estar
entre los titulares y colabora para la caída de su escuadra. El otro es
consciente de su aptitud y de lo que puede aportar, como muy valioso
futbolista, y en apenas minutos inscribe su nombre en una victoria
impensada.