El de siempre, con agua nueva
Empezar el secundario no es cualquier inicio, especialmente si se va a una nueva escuela. A quienes afrontan este desafío les habla, desde su propia experiencia, una alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores.
Patricia Murphy vivió con su nieto Ignacio lo que a continuación comparte:
"Angustia, expectativa, intriga", son sensaciones que anteceden al primer día. Las "mariposas en la panza" no son de las de un amor sino las de la inquietud y el temor. A este miedo al cambio, tan humano como la contradicción, se lo puede enfrentar asumiendo que "el secundario es una etapa muy linda. El tiempo, la universidad, otros afectos, una mudanza, la vida, después nos van separando de los compañeros. Pero la experiencia es muy buena, aun con altibajos como materias y profesores que no nos gustan y otros que sí".
Patricia está convencida: "El secundario es una etapa que nadie debe dejar de pasar y disfrutar. La inquietud y el miedo se te van a pasar, vas a conocer gente nueva y eso te va a llevar a madurar un poco más".
A quienes ponen en marcha en 2021 su trayecto por el nivel medio, Patricia los invita a poner de relieve lo aprendido el año pasado, "que nos mostró que uno necesita estar con otros de su edad, no solo con la familia".
Entre los saberes que 2020 permitió cosechar está el aprecio por "el contacto físico y visual; aunque no te puedas abrazar, no es lo mismo ver a tus compañeros en el aula que mandarte audios, whatsapps o conectarte con ellos para jugar en red".
La estudiante del PEAM resalta "las relaciones humanas del secundario, amén de los conocimientos de cada materia que sirven para el futuro y son la base fundamental para todo tipo de trabajo".