Talento y miedo
"¿Y si elijo mal?". A esta altura de febrero, cuando siguen las inscripciones a carreras universitarias, la pregunta acecha a unos cuantos.
"Si no estamos dispuestos a fracasar, entonces no estamos dispuestos a lograr el éxito", afirma Mark Manson. Quizás sea una buena respuesta al miedo a optar entre carreras o a escoger entre estudiar o no hacerlo.
Ana Chevarría, alumna del Programa Educativo de Adultos Mayores, propone administrar ese temor resolviendo "estudiar". Sugiere recordar que "todos tenemos un talento, hay que descubrirlo". Recuerda la parábola de los trabajadores que recibieron cinco, dos y un talento. Los primeros invirtieron y los duplicaron. El último, por miedo, guardó el talento y fue sancionado.
Para Ana, "estudiar" es la forma de multiplicar los dones de cada uno y de "ser precavido". Celebra la oportunidad de hacerlo gratis en una universidad pública y recuerda que "todo es a base de sacrificio", que allí también radica la diferencia entre empezar y terminar con un talento o iniciar con cinco y concluir el recorrido con diez.
"La persona que es holgazana no llega a ningún lado", señala y considera conveniente que la familia apoye, incentive ya sea a estudiar una carrera larga o una corta con actividades más vale prácticas.