Rosa Gómez, estudiante del Programa Educativo de Adultos Mayores, Universidad Nacional de Río Cuarto, ejemplifica lo lindo que es conjugar agudeza y buen humor.
Al hablar de emancipación, hablamos de libertad, bien entendida por supuesto; es el no estar subordinados a algo.
Pero si intentamos hacer un análisis de lo que nos sucede en la actualidad, nos encontramos con que no podemos aplicar el término en toda su extensión.
Con solo referirnos a algunos programas emitidos en nuestra televisión, nos damos cuenta que estamos subordinados a sus contenidos e imitamos todo aquello que nos ofrecen, sin ejercer el derecho que tenemos, por ley natural, de optar.
Por ejemplo: en el programa de Marcelo Tinelli, “Bailando por un sueño”, se puede oír toda clase de deformación del castellano (que es tomado en broma y además se lo festeja), agresiones verbales con improperios imposibles de repetir, falta de respeto entre jurado y participantes, manifestación de intimidades, etc., etc... para después solamente decir “pido disculpas si ofendí, no era mi intención”.
Y lo que se puede observar, ¡bueno! Poca, casi nada o nada de ropa. Esos cuerpos esculturales, tallados, agregados, modificados, que la verdad, a nosotras a esta edad, ¡nos ponen mal!
Por suerte, buenas ofertas tenemos. El programa “Estudio País” es un concurso para todas las provincias con preguntas de cultura general e información. Entretenido y muy bien conducido por Juan Alberto Badía.
Siendo los dueños de ese “aparatito” llamado control remoto, no sabemos o no nos atrevemos a usarlo.
En consecuencia, este “nuestro accionar” tampoco nos permite ejercitar todos aquellos valores que nuestras tradiciones nos han ido inculcando a través de generaciones.
La tradición es el traspaso, en forma oral y con ejemplos, de noticias, composiciones literarias, doctrinas, costumbres, valores naturales y de civilización, actitudes, concepciones morales y sus formas de manifestación que permiten su vigencia en el tiempo.
Podemos concluir entonces que: con solo mencionar algunos valores, todo lo dicho quedará demostrado con total claridad.
Respeto, solidaridad, responsabilidad. ¡Y la lista sigue!